Que la viabilidad del sistema público de pensiones es un problema a nivel nacional, es un hecho de sobra conocido. La cuestión radica ahora en buscar un plan B que garantice un nivel de ingresos a los españoles llegados el momento de retiro, especialmente, entre los ‘baby boomers’, el colectivo que más cerca avista su […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 06 feb 2019
Que la viabilidad del sistema público de pensiones es un problema a nivel nacional, es un hecho de sobra conocido. La cuestión radica ahora en buscar un plan B que garantice un nivel de ingresos a los españoles llegados el momento de retiro, especialmente, entre los ‘baby boomers’, el colectivo que más cerca avista su retirada del mercado laboral. En este escenario, el director de la Cátedra Ciutat de Castelló, Juan Ángel Lafuente, explica a DIRIGENTES las alternativas existentes en el momento actual para atajar esta situación.
La hipoteca inversa se presenta como una de las alternativas de cara a atajar el problema de la sostenibilidad de las pensiones. Sin embargo, este producto aún no cuenta con gran demanda en España. ¿Qué factores influyen en ello?
Desde el lado de los oferentes, se debería incidir en mejorar la comunicación de cara a informar al consumidor qué tipo de productos y qué tipo de riesgos está transfiriendo con ese activo financiero. Desde la parte del cliente, hay que tener una mayor sensibilidad y conciencia de que, con los datos actuales, el problema de las pensiones es previsible que exista y, por ello, hay que profundizar en una mayor cultura financiera. De este modo, entenderán que este tipo de productos son una alternativa para complementar su renta futura. Por regla general, se tiende a pensar que ese tipo de productos van a engañarnos. Unos razonamientos que no están basados en un fundamento conceptual.
El problema de las pensiones es algo serio. Insisto, con los datos actuales las previsiones muestran problemas con una probabilidad altísima. En este sentido, los gestores políticos tienen la responsabilidad en dos sentidos. Primero, reconducir el sistema para equilibrar los gastos con los ingresos del sistema público de pensiones y, en segundo lugar, la posibilidad de ofrecer incentivos fiscales a los potenciales clientes para que vean en esos productos una posibilidad real de complementar su renta futura.
En relación a este problema de sostenibilidad, ¿cuántos años considera que faltan para que el sistema comience a no ser viable?
En un decenio. Con las proyecciones existentes, estimo que en diez años el sistema puede convertirse totalmente en insostenible.
Recientemente, el Gobierno ha planteado la posibilidad de implantar un modelo de capitalización similar a la mochila austriaca en algunos sectores como la banca, ¿esta propuesta facilitaría mucho las cosas o eliminaría problemas al sistema de pensiones?
En el sistema austriaco, evidentemente es una potencial solución. Pero los resultados de ponerlo en marcha no serían inmediatos. Tardarían al menos una generación en verse reflejados en el sistema de pensiones. Debe tenerse en cuenta que hay personas a las que les queda muy poca edad laboral, con lo cual para ellas debería ser diferente con respecto a las que acaban de entrar al mercado laboral.
La mayor parte del ahorro español se encuentra materializado en vivienda en detrimento de otros activos financieros. ¿Esto puede deberse a que un inmueble exige menor tributación que otros activos financieros o es más fácil de entender?
No sé exactamente si esa es la cuestión. Entramos en el debate de que exactamente lo que buscamos en la economía son bienes y servicios. El servicio de vivir en alquiler en economías como la americana está institucionalizada la idea de que no es tirar el dinero. Necesito vivir y por ello alquilo. En Estados Unidos se arrenda la casa por un lado, el mobiliario por otro, etc. Es una cuestión de entender que buscamos bienes y servicios y, por ello, hay que pagar una renta. Uno puede optar por disfrutar del bien y servicio, a la vez, que puede intentar querer tener en propiedad. Pero es una opción. Desterremos la idea de que alquilar es tirar el dinero. En una economía como la española donde el mercado de trabajo es poco móvil a lo mejor puede parecer válido, pero en otros países la mentalidad no es la misma.
Efectivamente comprar para una persona un EFT o un producto algo más complejo le puede asustar. Este país tiene una falta de cultura de financiera y se demostró claramente durante la etapa en la que se gestó la burbuja inmobiliaria. Podríamos poner muchos ejemplos donde la toma de riesgos por parte del consumidor era irracional. Cuando no se tiene cultura financiera o las entidades gestionan mal la toma de riesgos, entonces tenemos problemas. Aquí sucede lo mismo. La cultura financiera es clave para que estos productos se acaben desarrollando. La gente hace argumentos simplistas. La casa es un activo muy ilíquido, dado el tiempo que un usuario querría vender el tiempo necesario para que se produzca la transacción es alto y no somos conscientes de esta cuestión. Pensamos que la casa es como un fondo de pensiones que directamente lo puedo cancelar, pues no, es diferente.
Uno de los principales puntos en los que incide usted es en el ahorro preventivo desde edades tempranas. Pero este colectivo es uno de los más afectados del mercado laboral. ¿Qué se puede hacer al respecto?
Es una cuestión muy importante que daría, para mínimo, dos informes o más. Grosso modo se realizaría una situación de diagnóstico de la economía española y luego otros aspectos como la idea de empezar a concienciarnos de que el trabajador más productivo tendría que ganar más. Somos muy dados a los convenios colectivos. En otras sociedades como la americana, donde está perfectamente instalada, pero que a nosotros nos cuesta muchísimo. Esto es un apunte de los muchos que hay sobre la manera de comportarse de los españoles en el mercado de trabajo.
Como profesor y experto en la materia, ¿qué opina de ligar las pensiones con el IPC?
Desde el punto de vista macroeconómico y financiero de la economía, el subir las pensiones utilizando como criterio el IPC es otro elemento adicional que sobrecalienta el sistema. En el momento actual, subir las pensiones en línea con la inflación es un elemento adicional de desequilibrio con el sistema público de pensiones. Pero el debate debe ser qué reformas estructurales tenemos que abordar primero para generar más ingresos que alimenten al sistema. De los dos problemas graves que tenemos, la entrada al sistema de pensiones, que es lo que genera el gasto, y la población activa, que es lo que genera el ingreso, el más grave de los dos es por la parte de los ingresos. La llegada al gasto es inevitable. Por eso este país tiene que afrontar reformas estructurales que introduzcan una mayor calidad del empleo, así como una mayor sensibilidad por la productividad del trabajador, porque el más productivo debe cobrar más y ahondar en la búsqueda de un cambio del modelo productivo. Si esto no se hace en un corto espacio de tiempo vamos a seguir teniendo el mismo problema que ahora. Los recursos van a ser insuficientes. No hay nada más que ver la hucha de las pensiones que será de cero en breve.