El número de empresas con dificultades para encontrar trabajadores se ha duplicado en el último año, según publicó el Banco de España la semana pasada, mientras que la tasa de paro sigue por encima del 12%. DIRIGENTES entrevista a Antonio Núñez, Senior Partner de Parangon Partners y especializado en Liderazgo y Gobierno Corporativo, para esclarecer […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 23 oct 2022
El número de empresas con dificultades para encontrar trabajadores se ha duplicado en el último año, según publicó el Banco de España la semana pasada, mientras que la tasa de paro sigue por encima del 12%. DIRIGENTES entrevista a Antonio Núñez, Senior Partner de Parangon Partners y especializado en Liderazgo y Gobierno Corporativo, para esclarecer los factores que provocan esta situación.
Los perfiles son diferentes. No se puede mezclar. En la parte tecnológica, hay mucha falta clarísima de perfiles, aunque, en el global, la tasa de paro sea alta. También influye que, a raíz del COVID, hay profesionales que deciden dejar sus puestos de trabajo, no porque tengan potra alternativa, sino porque han reconsiderado sus prioridades profesionales, deciden reinventarse, hacer otras cosas… y ese es otro fenómeno que tenemos que considerar.
Las variables son distintas. Influye la alternativa que tienen, como cobrar un salario mínimo cuando en el sector se puede cobrar un sueldo ligeramente superior. También hay falta de incentivos cuando se está subsidiando y se está dando un salario por no trabajar.
Estas externalidades hacen que el mercado laboral no funcione con toda la transparencia y eficacia que podría hacerlo. Hay momentos en los que es necesario, pero en mi opinión, hay una excesiva intervención del Estado en estos temas.
El mercado es muy tozudo. Si no hay perfiles, hay que buscar otros diferentes o cambiar las condiciones que ofrecen. En la parte de la digitalización, hay una inflación mucho más alta que en las materias primas, que en los salarios pueden llegar al 35-40%. Ante eso, las compañías tienen pocas herramientas para combatirlo. Al final, se entra en un círculo vicioso que hay que cambiar.
Es un tema que no se da solo aquí. Se da más en Estados Unidos y va llegando a otros países, como España. Creo que las empresas deben hacer una reflexión sobre qué cuestiones no solo económicas, sino de otro tipo (teletrabajo, conciliación, propósito de la compañía, de la cultura corporativa y la mente de trabajo), que puedan atraer y retener al empleado dentro de la empresa. No solo es una cuestión económica, sino variable. Las empresas deben plantearse qué pueden ofrecer a los trabajadores.
El Estado ha hecho más de lo que tenía que hacer y, al final, no tiene que tomar algunas medidas que entren demasiado en el ámbito empresarial. El sector público tiene que dejar la mayor libertad posible a la gente. A veces, esas externalidades, como el salario mínimo, tienen un efecto negativo, más allá del objetivo, que pueda ser positivo y loable, de proteger a un sector más vulnerable. Pero desde el punto de vista del acceso al mercado laboral, puede desincentivar. ¿Qué se puede hacer? Primero, la formación, es decir, adecuar los perfiles a lo que pide el mercado laboral. También, todo lo que tenga que ver con el tratamiento fiscal de las empresas en relación con la contratación. Y, finalmente, hay sectores relacionados con la digitalización que se pueden potenciar. Hay países que se han convertido en hubs o referentes en tecnología, como Irlanda, las medidas que ha tomado el Gobierno van en esta línea.
Es un problema grave y tiene mucho de fondo. No hay que frivolizar con estos temas porque la principal batalla que va a tener las empresas en el futuro, es la del talento. Hay que reflexionar sobre qué se puede hacer como país y a nivel empresarial para retener el talento.