Si económicamente algo ha marcado este 2022 ha sido la inflación. ¿Cómo ha impactado esta en el consumo? Sin duda la inflación, unida a otros factores como la incertidumbre que genera la situación geopolítica, hace que las decisiones de compra del consumidor se hayan visto afectadas. Si a eso le unimos fenómenos sufridos durante este […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 22 dic 2022
Sin duda la inflación, unida a otros factores como la incertidumbre que genera la situación geopolítica, hace que las decisiones de compra del consumidor se hayan visto afectadas. Si a eso le unimos fenómenos sufridos durante este periodo como los problemas logísticos o la carestía de semiconductores, tenemos un panorama complejo que debemos, además, enmarcar en una situación de subida de tipos de interés. Todo ello unido genera una situación que afecta directamente al consumo, lo hemos visto en las inferiores intenciones de compra para el black friday recientemente publicadas por El Observatorio Cetelem, y que, mucho nos tememos, se extenderá todavía al 2023.
Como he comentado, el 2022 ha sido un año complicado y también lo ha sido para el sector del automóvil donde hemos presenciado una contracción de las ventas. Las marcas se enfrentan a un cambio de paradigma que no solamente afecta a la motorización, sino también al despliegue de las infraestructuras o, por otra parte, a la incertidumbre del comprador hacía temas como los costes de inversión en la compra o los valores residuales del producto. El año próximo nos presenta unas perspectivas que prolongan estos dilemas aunque se estabilicen aquellos que tienen que ver con los stocks y plazos de entrega.
Precisamente el coste total es lo que hay que tener en cuenta. Aunque el vehículo con tecnologías híbridas o eléctricas es indiscutiblemente más caro, hay un potencial ahorro en costes de combustible y, si miramos a largo plazo, el cliente sale ganando con una tecnología más actualizada, mejores prestaciones, con acceso a zonas de bajas emisiones y ahorro en parking. Y sobre todo ganamos todos al reducir las emisiones de gases. Eso sin tener en cuenta las sinergias entre los autoconsumos eléctricos en determinados segmentos de población que también hay que poner sobre la mesa.
Retomando la pregunta anterior, el fomento de la modernización del parque móvil, apoyar las reformas de los hogares hacia el autoconsumo y la sostenibilidad con la instalación de placas solares, sistemas de aerotermia, aislamientos térmicos o el soporte a la economía circular intentando dar una segunda vida a los bienes de consumo. Y en este punto no hablamos solo de tecnología, telefonía móvil, por ejemplo, sino de bienes como las bicicletas donde el mercado se segunda mano es pujante. En todos estos campos, y en otros muchos, tenemos una fuerte presencia como financiera y es, sin duda, una forma directa de dar coherencia al propósito de nuestra compañía. Las posibilidades de consumo han variado, los deseos de los consumidores también y nosotros, tenemos que evolucionar y adaptarnos con la misma velocidad a estas demandas.
Cetelem dispone de licencia bancaria desde 1996 aunque nos hayamos centrado en la financiación desde nuestra llegada a España en 1988. Pero hoy en día, siendo un actor protagonista del consumo, nacional con una cuota de mercado superior al diez por ciento, era el momento de seguir nuestra tradición de apoyo a nuestros socios comerciales. Siempre hemos basado nuestro modelo de negocio en la aportación de soluciones de financiación a los partners y, desde hace tiempo, ellos mismos nos reclamaban que era necesario ampliar el portfolio de servicios financieros que pudieran ofrecerse a sus clientes. Era la hora de sentarse con ellos, escuchar y crear juntos soluciones a medida de esas demandas. El BaaS (Banking as a Service) viene a cubrir esas necesidades y, por otro lado, nos permite ofrecer a los consumidores, no solamente las tradicionales y competitivas posibilidades de crédito sino también opciones de protección de sus ahorros igualmente ágiles y competitivas.
Para nosotros el liderazgo sectorial o las cuotas de mercado no son un objetivo en sí mismo, los entendemos sencillamente como el resultado del esfuerzo y del trabajo que realizamos con nuestros clientes, ya sean estos socios comerciales como hemos comentado o clientes finales. Si no olvidamos nuestra intención de mejorar constantemente con el cliente en el centro de nuestras actividades, los resultados vendrán después como una consecuencia. Para ello hay que reaccionar al mercado con agilidad y anticipación. Esa diría yo que ha sido la clave de éxito de Cetelem en los últimos años. Esa senda es la que debemos mantener, profundizar en los procesos de digitalización y seguir, como ya hemos comentado varias veces, acompañando a todos nuestros clientes de forma integral.