En un mundo cambiante, hay muchas opiniones sobre el papel que España debe jugar en el mismo. Como miembro de la Unión Europea, país mediterráneo o creador de un idioma con más de 500 millones de hablantes. Con estas premisas en mente, el III Congreso de la Sociedad Civil ha organizado la mesa ¿Es posible […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 28 abr 2023
En un mundo cambiante, hay muchas opiniones sobre el papel que España debe jugar en el mismo. Como miembro de la Unión Europea, país mediterráneo o creador de un idioma con más de 500 millones de hablantes. Con estas premisas en mente, el III Congreso de la Sociedad Civil ha organizado la mesa ¿Es posible un liderazgo español en la nueva Europa? ¿Tiene sentido hoy una política mediterránea? para dotar de perspectiva a estas cuestiones.
El debate, presidido por Teresa Freixes San Juan, catedrática Jean Monnet ad personam y presidenta de Citizens pro Europe, ha contado con la participación, entre otros, de Daniel Berzosa, Doctor europeo por la Universidad de Bolonia. El profesor ha abogado por una mayor presencia de España en la Unión Europea, debido a dos factores: el país cuenta con una de las sociedades más europeistas, que también se refleja en la política, y la composición heterogénea de la misma (para entender mejor la complejidad de los diversos países que conforman la Unión). También ha mencionado la posibilidad de incorporar a Marruecos a la OTAN planteando un giro de la posición estratégica de España en el Mediterráneo.
Por su parte, el presidente de la Confederación Europea de Jóvenes Empresarios, Lois Babarro Alén, se ha centrado en los problemas de las nuevas generaciones y en la incertidumbre del mercado laboral. En este contexto, ha resaltado el papel de Europa como garante de certidumbre en un mundo cada vez más volátil. Asimismo, ha abogado por la importancia del humanismo en un mundo cada vez más digitalizado. En este sentido, el presidente considera que la Unión Europea ofrece un marco de valores con una hoja de ruta muy clara y que “pertenecer al club no es solo una cuestión económica, sino también de valores.”
Otro de los participantes en la mesa de debate ha sido, Damián Carmona, presidente de la Fundación Sociedad Civil. Carmona ha alertado del poco peso que tienen los países europeos por separado en el mundo -España y Alemania cuenta con 47 y 82 millones de habitantes, respectivamente, frente a los casi 3.000 millones que suman China y la India- para defender la necesidad de potenciar la unión política europea. Según Carmona, las tesis de la guerra de las civilizaciones planteada por Samuel Huntington hace tres décadas se han cumplido, poniendo como ejemplo la invasión rusa de Ucrania como otro argumento a favor de la integración Europea. En este sentido, ha planteado la disyuntiva de si esta debe ser una asociación más política o económica, alegando que “los ciudadanos europeos quieren potenciar la élite de los creadores, no la de los reguladores”. Carmona ha cerrado su intervención asegurando que “los valores occidentales son los únicos capaces de crear sociedades libres y prósperas”.
El siguiente interviniente ha sido el exdirector de la Oficina de la Comisión Europea en España entre 2009 y 2022, Francisco Fonseca Morillo. En relación con el liderazgo, ha destacado tres éxitos recientes de España: saber vender la necesidad de una política anticíclica en Europa, financiándose vendiendo deuda; la política inmigratoria, siendo la puerta a África; y el liderazgo intelectual, mencionando instituciones como la Jefatura del Estado o la Academia de la Lengua.
En relación con el Mediterráneo, ha abogado por la involucración de Europa en países con conflictos activos, como Siria e Irak, además del aumento de las inversiones en África a cambio de una mayor seguridad jurídica. Por último, ha defendido el potencial de Europa, contradiciendo el tono pesimista de otros ponentes como potencia demográfica, económica e intelectual en el mundo.
La última ponente en intervenir ha sido la presidenta nacional de AFAMMER y vicepresidenta de la Unión Europea de Mayores del Partido Popular Europeo (PPE), que ha recalcado cuatro puntos importantes de cara al futuro: la soberanía alimentaria, estrategia en los cuidados, el idioma como catalizador del liderazgo español y la construcción de un puente de entendimiento con los países del Magreb.