La búlgara Kristalina Georgieva ha conseguido ganarse la confianza para encabezar el Fondo Monetario Internacional (FMI). La institución, formada por 189 países miembros, se ha decantado por la hasta ahora consejera delegada del Banco Mundial. De este modo, sucede en el puesto a la francesa Christine Lagarde, que pasará a encabezar el Banco Central Europeo […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 26 sep 2019
La búlgara Kristalina Georgieva ha conseguido ganarse la confianza para encabezar el Fondo Monetario Internacional (FMI). La institución, formada por 189 países miembros, se ha decantado por la hasta ahora consejera delegada del Banco Mundial. De este modo, sucede en el puesto a la francesa Christine Lagarde, que pasará a encabezar el Banco Central Europeo (BCE).
“Es para mí un gran honor haber sido seleccionada como directora gerente del FMI y agradezco la confianza que todos los países miembros del FMI y el directorio ejecutivo han depositado en mí. Quisiera rendir homenaje a mi predecesora -Christine Lagarde- una gran líder y querida amiga, cuya visión e incansable trabajo han contribuido tanto al continuado éxito del FMI”, ha asegurado la nueva responsable de la institución.
Un camino que se vio allanado después de que el directorio ejecutivo eliminara el límite de 65 años de edad como máximo para poder acceder al cargo -Georgieva tiene 66- tal y como recogían los estatutos. Eso sí tendrán prohibido ejercer el cargo una vez cumplan los 70 años edad. En su carrera por encabezar el FMI antes tuvo que enfrentarse a la española Nadia Calviño y el holandés Jeroen Dijsselbloem, entre otros como candidatos europeos.
Aunque no será hasta el próximo 1 de octubre cuando asuma de manera oficial el puesto, en la agenda de Georgieva ya figura una reunión de trabajo mantenida ayer con el ministro argentino de Hacienda, Hernán Lacunza. Precisamente la crisis de Argentina y la desaceleración económica que se vive a nivel mundial son los dos principales retos a abordar por esta economista y socióloga.
“Es una enorme responsabilidad estar al frente del FMI en un momento en el que el crecimiento económico mundial sigue siendo decepcionante, persisten las tensiones comerciales y la deuda se sitúa en niveles históricamente elevados“, señaló al tiempo que remarcó que su prioridad pasa por minimizar el riesgo de crisis sin olvidar los objetivos del FMI a largo plazo. En concreto, se trata de ejecutar políticas monetarias, fiscales y estructurales sin olvidar otros riesgos como la desigualdad, los problemas climáticos y el avance tecnológico. “Mi objetivo es seguir fortaleciendo el FMI para convertirlo en una institución aún más orientada hacia el futuro y atenta a las necesidades de nuestros países miembros”, añadió al respecto.
Nacida en Sofía (Bulgaria) en 1953, Georgieva es doctora en Ciencias Económicas y cuenta con una maestría en Economía Política y Sociología de la Universidad de Economía Nacional y Mundial de Sofía. Allí desempeñó el cargo de profesora adjunta entre los años 1977 y 1991.
Entre los numerosos logros de esta reconocida defensora de la igualdad de género, las labores humanitarias y la lucha mundial contra el cambio climático, destacan la puesta en marcha de una cuota del 40% de mujeres en los puestos de jerarquía para finales de 2019 en la Comisión Europea y conseguir la paridad en la administración superior del Banco Mundial. Desde esta institución destacan “su amplio” conocimiento en desarrollo y financiación internacional, con una gran capacidad para generar consenso y ejecutar estrategias. Además de un libro de texto sobre microeconomía, acumula más de 100 publicaciones relacionados con políticas ambientales y económicas.
Georgieva es una mujer con tablas en las instituciones y organismos. Sus primeros pasos en el Banco Mundial fueron en 1993 como economista especializada en medio ambiente y que le sirvió para ocupar diversos cargos dentro de éste relacionados con la materia. No fue hasta 2004 cuando obtuvo el puesto de directora del Banco Mundial en representación de la Federación de Rusia. En 2007 ascendió a directora de Desarrollo Sostenible, puesto en el que estuvo un año y le permitió supervisar alrededor del 60% de las operaciones de financiación que realiza el grupo Banco Mundial. Tras el comienzo de la crisis económica ella fue una de las personas clave en reformar la estructura institucional, así como en la ejecución de su ampliación de capital.
En su paso por la Comisión Europea donde llegó a ser vicepresidenta entre 2014 y 2016, se le atribuye a Georgieva el hito de haber administrado “uno de los presupuestos más importantes del mundo destinados a la ayuda humanitaria”, así como conseguir triplicar la financiación disponible para la crisis de los refugiados en Europa.