El comercio electrónico se ha convertido en la piedra angular durante estos meses de confinamiento, tendencia que ha pisado el acelerador y que desde Google prevén que representará el 20% del sector en los próximos tres años. Así lo ha asegurado la directora general de la multinacional en España, Fuencisla Clemares, durante su participación en […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 22 jun 2020
El comercio electrónico se ha convertido en la piedra angular durante estos meses de confinamiento, tendencia que ha pisado el acelerador y que desde Google prevén que representará el 20% del sector en los próximos tres años. Así lo ha asegurado la directora general de la multinacional en España, Fuencisla Clemares, durante su participación en la cumbre Empresas Españolas liderando el futuro, organizada por la CEOE. “La COVID-19 ha puesto de manifiesto la relevancia de la tecnología. El camino de la recuperación es la digitalización de las empresas españolas y esto se ha hecho patente en el comercio minorista”, ha argumentado en su turno de palabra al tiempo que ha añadido que “los españoles han descubierto nuevas formas de comprar”.
Clemares ha basado sus declaraciones en un informe de Deloitte, que arroja un repunte del 74% del canal online durante las semanas de reclusión en los hogares lo que, a su juicio, ha permitido a las compañías adaptadas a esta nueva forma de consumo mitigar el impacto derivado de la pandemia y convierte a la digitalización en la “espina dorsal” del comercio. Otro dato del citado estudio, es que el 52% de los internautas ha comprado en negocios que no conocía previamente, por lo que este tipo de plataformas abren todo un elenco de posibilidades al tratarse de “una ventana con una oferta comercial infinita”.
En esta línea, apuesta por el fomento de tecnologías como el big data y la inteligencia artificial que permitan ofrecer propuestas personalizadas y retener a los clientes. También ve necesario un programa de apoyo a las pymes para la digitalización en el corto y medio plazo, que parta de una colaboración público-privada.
El presidente del Instituto de Empresa Familiar, Marc Puig, ha centrado su ponencia en la tasa de paro de España, que sitúa a este país como el “farolillo rojo” del empleo en toda Europa. Por este motivo, se ha mostrado partidario de flexibilizar los ERTEs, para evitar el desempleo continuo y centrarse en combatir la economía sumergida en lugar de subir los impuestos. “No se pueden poner más cargas a las empresas”, ha sostenido. Como solución aboga por un mayor impulso de los pagos electrónicos.
Asimismo, en una comparativa entre las empresas españolas y las alemanas ha aseverado que en ambos países los niveles de productividad son similares, sin embargo, son las pequeñas las que tienen mayores problemas en este sentido. Por este motivo, en un tejido patrio como el español, dominado por pymes, el desafío radica en conseguir que crezcan.
La jornada también ha contado con la participación del presidente de Asedas, Antonio Garrigues Walker, quien ha destacado que España “no sabe vender” y que se tiene “pocas” habilidades para el comercio, por lo que “podría hacer mucho más en todos los sectores”. Para revertir esta situación, apuesta por proyectar una imagen de país más serio, defender su imagen y poner el foco en el continente asiático de cara a expansión foránea. “Si no aprendemos a vender nunca vamos a ser un país influyente. Es una labor en la que los gobiernos no se dan cuenta de que la colaboración con los empresarios es decisiva. En España nuestra acción internacional es muy baja”, ha remarcado.