Los cambios que trajo la Edad Contemporánea han dado la vuelta a la forma de vivir. El siglo XX terminó de un modo imposible de imaginar para quienes lo vieron comenzar y, a su vez, el siglo XXI ha dejado unas cuantas transformaciones en apenas dos décadas. La revolución informática que se consolidó en sus […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 27 nov 2020
Los cambios que trajo la Edad Contemporánea han dado la vuelta a la forma de vivir. El siglo XX terminó de un modo imposible de imaginar para quienes lo vieron comenzar y, a su vez, el siglo XXI ha dejado unas cuantas transformaciones en apenas dos décadas. La revolución informática que se consolidó en sus comienzos, seguida de una ‘Gran recesión’ y, en el vigésimo año, una pandemia, han traído otras costumbres a las que las empresas han tenido que adaptarse.
Cuando empezó el siglo, las cámaras analógicas captaban cada momento, pero después dejaron paso a las cámaras digitales y, sin darse cuenta, los móviles estaban equipados con ellas. “Con la llegada de los móviles han cambiado muchas cosas”, reconoce Stéphanie Van Duin, country lead de CEWE para España. Esta empresa de origen alemán se dedica a la impresión de productos fotográficos y, en poco tiempo, ha visto cómo el mundo digital atacaba a la fotografía tradicional.
“CEWE ha tenido que reinventarse”, dice Van Duin, pero “no sin dificultades”. El hecho de que hacer fotos sea más accesible implica que “se hacen muchas más fotos” pero quedan en el olvido si no se comparten o no se imprimen, dice la entrevistada. La labor de la empresa, que entró en el mercado español hace dos años, ha sido “acercarse al cliente”. Por un lado, se ofrecen herramientas online para crear álbumes o calendarios y, a la vez, se apuesta por la impresión instantánea en diferentes puntos. En concreto, CEWE llegó a un acuerdo con FNAC para establecer sus puntos de impresión en cada uno de estos establecimientos.
En esa línea, Van Duin apuesta porque el incremento de la presencia en la parte online y offline será el camino a seguir en el futuro inmediato. Además, los partners formarán parte de esa hoja de ruta para “ofrecer la omnicanalidad” que demandan sus clientes. En resumen, se trata de estar donde el cliente les requiera: “Cuando hablo de omnicanal significa que el cliente puede imprimirlo de todas las formas que imagine”.
Aunque “la digitalización ha matado muchos negocios”, según reconoce esta dirigente, la fotografía impresa sigue teniendo un espacio entre los consumidores. “Cuando desaparecieron los carretes y se dejaron de comprar cámaras se decía que la foto estaba muerta y la realidad es que no”, defiende. Por ello, cree que “imprimir las fotos tiene un impacto muy diferente”. Desde su punto de vista, la tendencia por la personalización juega a su favor. “La personalización es una tendencia muy fuerte”, alega, a la vez que cree que “imprimirla en un calendario es un regalo perfecto, muy personal” por el que se decantan muchos consumidores.
No obstante, recuerda que “sobrevivir no ha sido fácil” y que se ha producido un proceso de consolidación de laboratorios a la vez que se lanzaban herramientas online para atacar el mercado digital. En estas circunstancias, en mitad de la pandemia, describe que las partes online y offline la han sufrido de maneras distintas. “Ha sido más difícil en el retail”, debido a los cierres que se decretaron en España o Francia. Sin embargo, la parte online se ha visto favorecida porque crear un álbum se convirtió en un pasatiempo más: “La gente estando en casa ha tenido más tiempo para crear un álbum”. En todo caso, Van Duin explica con alivio que “no ha habido cierres de laboratorios” y sin demasiado daño en sus cuentas.