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La mujer al frente de la empresa de éxito

Dirigentes entrevista a una mujer de éxito, a una líder que ha sabido crearse a sí misma y apostar por la igualdad, demostrando que, con tesón y trabajo, no hay barrera que se le resista. Nuria Vilanova, presidenta de Atrevia, nos habla sobre futuro, educación y necesidad de referentes para impulsar el papel de la […]

Gestión y Liderazgo

Dirigentes Digital

17 mar 2022

Dirigentes entrevista a una mujer de éxito, a una líder que ha sabido crearse a sí misma y apostar por la igualdad, demostrando que, con tesón y trabajo, no hay barrera que se le resista. Nuria Vilanova, presidenta de Atrevia, nos habla sobre futuro, educación y necesidad de referentes para impulsar el papel de la mujer en el liderazgo.

Dirigentes. ATREVIA ha llegado lejos, y por suerte para muchos, y asombro para otros, es una mujer la que está al frente de un proyecto de semejante envergadura. ¿Se ha visto expuesta a muchas dificultades hasta alcanzar la cima?

Nuria Vilanova. (Risas) Estamos en el camino. En la cima te sientas y miras pasar las nubes. A mi me gusta el camino, porque vas creando nuevos horizontes. Me parece muy importante seguir creciendo y hacerlo con invocación, porque creo que hay que crear oportunidades para el equipo y porque pienso que tenemos que aspirar a ser relevantes en nuestro apoyo a los clientes. 

Por otro lado, ATREVIA ha sido desde sus comienzos y continúa siendo un proyecto liderado por mujeres, pero no solo por mujeres. Creemos en la diversidad, también en nuestro caso. Y para nosotros es clave vivir rodeados de talento, y evitar que se contrate a personas iguales a sus jefes, nuestra riqueza es que tenemos ingenieros y creativos, abogados y antropólogos. De diversas edades, de diversos países y por supuesto mujeres y hombres. 

Por supuesto, ser una empresa con muchas mujeres ha implicado retos. Pero también ser joven, yo creé la empresa con 23 años. Por ejemplo, desafortunadamente algunos de nuestros competidores ante nuestro crecimiento, no pensaban que pudiera ser por nuestro tesón o capacidad de innovación, y nos caían sambenitos como que bajábamos precios o que no éramos suficientemente sofisticados. Y además teníamos sectores muy masculinos en los que era muy difícil entrar. Afortunadamente, el mercado es la mejor prueba del algodón. Hemos crecido porque hemos sido los primeros en lanzar en España nuevas áreas de negocio, una y otra vez, y no habríamos alcanzado las cifras que tenemos si nuestra estrategia se hubiera basado en precio. Pero la verdad es que ha sido muy apasionante todo lo que hemos tenido la oportunidad de hacer, hemos tenido muchos clientes que nos han dado la oportunidad de crear con ellos nuevas prácticas o metodologías y un equipo humano maravilloso que nos ha acompañado. 

D. ¿Qué supone para la sociedad que sea una mujer la que lidere semejante estatus?

N.V. Me siento acompañada por muchas grandes mujeres que están al frente de empresas, como emprendedoras o directivas. Espero que nuestro mensaje sea claro, por un lado, se puede, por otro, merece la pena (no es el sacrificio que se pinta de dejar nada, si te organizas bien y hay que tener en cuenta todas las muchas composiciones) y finalmente hay que apoyar, no solo a las mujeres por supuesto. Ayudar es la mejor manera de que la vida te regale. Y debemos ayudar a las mujeres todos los días. Y además se lo debemos a nuestras madres y a las madres de nuestras madres que no tuvieron esta oportunidad.

 D. Mucho se habla de la necesidad que tienen las nuevas generaciones de encontrar mujeres de referencia en las que inspirarse. ¿Cree que es un asunto educacional? ¿Cultural?

N.V. Por supuesto, creo firmemente en la educación como herramienta fundamental para combatir en primera línea este fenómeno y lograr revertirlo en el futuro. La falta de referentes empieza por algo tan básico como la ausencia de vocación. No podemos seguir perpetuando estereotipos que no tienen ningún sentido en una sociedad que avanza y estoy convencida de que la llave para romper con la brecha de género en el ámbito profesional, pero también en la vida en general, comienza en la educación que recibimos cuando somos niños. Desde la educación podemos transformar nuestra cultura como sociedad, que sin duda es la raíz de este problema. Pero la educación es también el ejemplo que ven en casa, en la empresa, en el entorno de amistades. O es, sobre todo, eso.

D.  ATREVIA está compuesta por mujeres exitosas de gran reconocimiento. ¿Trabajan con algún programa para impulsar la igualdad o en su caso, siguen un curso natural?

N.V. Nuestra apuesta por la igualdad va en nuestro ADN y creemos en ella en absolutamente todos los sentidos. Hace algunos años identificamos que los hombres en ATREVIA tenían notablemente menos presencia que las mujeres y desde entonces establecimos una tasa mínima de representación masculina en nuestra plantilla del 33%, de la que no nos permitimos bajar.

D. ¿Qué necesita la sociedad para impulsar la figura de la mujer en cargos directivos

N.V. Educación, como hemos mencionado antes, pero también creo con firmeza que, para cambiar las cosas, debemos primero analizarlas, medirlas. Es necesario destinar grandes esfuerzos a investigar, a analizar la situación y la evolución de la mujer en dichas esferas, y también a menor escala, para identificar dónde está el problema. Si no somos conscientes de ello, ¿cómo vamos a dar con una solución? Por ejemplo, nosotros creamos el estudio de mujeres en consejos de administración, junto con el IESE. Creo que ha sido clave medir para que el numero de mujeres creciera. Bueno, medir y comunicar el estudio poniendo en evidencia las empresas que no tenían mujeres o tenían muy pocas.

D. La brecha de género sigue muy presente en el mundo laboral y, sin embargo, ha sabido crearse a sí misma desde hace años, cuando no tenían tanta repercusión un problema que sigue tan de actualidad. ¿Fue un comienzo marcado por la fuerte presencia masculina?

N.V. Efectivamente las mujeres de más de 50 años todas hemos crecido en entornos muy masculinos. Pero ojo, esto significa que en nuestro camino encontramos hombres que apostaron por nosotras. Y ese es el camino a seguir, hombres y mujeres apoyando para que el mundo que dejemos sea mejor

D. ¿Qué cualidades son las que marcan a una mujer de éxito?

N.V. Para mí el éxito es sinónimo de ser valiente, tenaz, atrevida (cómo no), soñadora, inconformista… pero ojo, también es necesaria resiliencia, estrategia y visión, Y ser buena persona, la buena gente atrae cosas buenas. E incluso si la vida te da golpes, si tienes momentos de mala suerte, estar en paz, intentar siempre ayudar y tener buenos valores te ayuda a tener fuerzas y sentirte en paz. Aunque creo que también sirven para los hombres de éxito.

D. La figura de la mujer va ligada (en ocasiones) a ser madre, conciliación familiar… ¿Qué futuro le espera a la mujer con un cargo directivo que no quiera renunciar a nada para alcanzar sus metas personales y profesionales?

N.V. Hoy por hoy, no es la respuesta que quisiera dar, pero significa esfuerzo y sacrificio. Va a ser clave elegir bien la pareja y negociar los términos de igual a igual, No caer en la trampa de autoimponerse ser perfecta, y por supuesto no dejar que te cuelen ese castigo. Y si no hay pareja, una muy buena red de apoyo. De otro modo la conciliación es muy difícil. Tanto para hombres como para mujeres que afronten la paternidad. mi recomendación a las mujeres es dejarse apoyar. Apoyarse en toda esa red de personas, de mujeres especialmente, que van a facilitarles el poder llegar a donde se propongan y llevar la vida que quieren para sí mismas. Importante también: aparcar el síndrome de la superwoman. No podemos normalizar el vivir sobrepasadas, ni agotadas, como estado natural. Debemos aprender a ser egoístas cuando tenemos que serlo, sin sentirnos culpables. 

D. La lucha a favor de los derechos de la mujer, ocupa un importante puesto en las políticas de muchas empresas. ¿Cómo se implica ATREVIA en la causa? Entiendo que está mal redactada.

N.V. En ATREVIA tenemos muy interiorizado que, sin investigación, como apuntaba anteriormente, es imposible que haya cambio. Por eso, nos esforzamos por arrojar datos, información, que nos ayuden a visibilizar los errores que seguimos cometiendo en el plano social y profesional para contribuir con su solución. No podemos renunciar a la comunicación como una gran aliada en esta causa.

Sin ir más lejos, nuestra publicación más destacada cada año es el Informe de Mujeres en los Consejos de las empresas cotizadas, desde el que analizamos la evolución de la presencia femenina en los principales órganos de dirección de España. Llevamos muchos años comprobando que los resultados siempre mejoran de una edición a otra, y esperamos seguir constatando este avance poniendo todo lo que esté en nuestra mano para que así sea. Pero, además, colaboramos en otros estudios, el próximo con Esade, Boyden y ASCRI. Y en dar visibilidad en comunicación de diferentes iniciativas, organizando foros para extender el networking y el apoyo entre mujeres, participando en programas de mentoring… Y lo más importante, intentando hacer las cosas bien en ATREVIA. 

D. ¿Se va “viendo la luz” en la diferenciación de género en los cargos directivos o aún queda un largo recorrido para hablar de igualdad?

N.V. Pasito a pasito. Los datos invitan a ser optimistas. Cada año, como decía, se registra una tendencia positiva hacia la paridad. En 2021, por citar la cifra más reciente, supimos que el peso relativo de las mujeres en los Consejos subió del 23,14% al 25,78%. No esperamos que los resultados del informe de este año sean los que nos gustarían en relación al 30% recomendado por la CNMV, pero desde luego veremos un avance. A paso lento, pero vamos a mejor. No hay que olvidar que esto es una carrera de fondo, y sería absurdo negar que aún queda mucho por hacer, pero el camino se hace más ameno si se va teniendo constancia, como es el caso, de cualquier progreso. Todo suma. 

D. La comunicación es una de las herramientas más poderosas para llegar al público y, a pesar de ello, muchos piensan que es “tema” de unos pocos. ¿Cómo se hace ver a una empresa que la comunicación lo es todo? ¿Qué si se no se “habla de ti”, no existes? 

N.V. Todos los acontecimientos que hemos visto a nivel global en los últimos años han puesto de relieve que la comunicación es hoy más imprescindible que nunca. En este nuevo panorama que se ha configurado, donde ya nada volverá a ser igual, su importancia se ha visto resaltada de forma radical. Creo que nos hemos convencido de que la comunicación tiene un papel esencial en la vida de todos, y que está más que nunca íntimamente ligada a lo que somos. Las organizaciones deben tener plena consciencia de que ya no sirve de nada lo que haces si no lo comunicas y si no haces partícipe de ello a tus grupos de interés, y la base de ello debe ser un propósito con una esencia responsable y comprometida a todos los niveles con la sociedad y con el mundo en que vivimos, porque esto es lo que dictará la continuidad o el fin de cualquier proyecto: acompañar la transformación actual con un proceso de transformación propia en sintonía. Lo resumo todo en: Haz lo que dices, di lo que haces y demuéstralo.

D. Implicar la lucha a favor de la igualdad de género en la estrategia de comunicación de cualquier empresa. ¿A favor o en contra?

N.V. Absolutamente a favor de que las empresas sean activistas. Desde el mundo empresarial se puede hacer mucho para la transformación social y desde luego también en el caso de las mujeres, pero es que te diré que creo, además, que no deberíamos plantear siquiera ese dilema. Como digo, para cualquier empresa que desee seguir siendo relevante, abanderar los valores que mueven a las personas, que deben ser el epicentro de toda estrategia, no es opcional. En ATREVIA somos activistas de la igualdad, porque compartimos esa prioridad con nuestro entorno, y creo que toda organización con un mínimo sentido de la responsabilidad y del compromiso también debe implicarse en la medida de sus posibilidades para contribuir a un mundo más equitativo y justo en todos los sentidos.

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