Por Jorge Mas, CEO de Crearmas
Gestión y LiderazgoJorge Mas
| 02 dic 2024
Después de dos décadas dedicadas a transformar una compañía, construir una marca diferenciadora y alcanzar los mejores resultados de su historia, muchos líderes se enfrentan a una realidad incómoda: a pesar de sus éxitos, el reconocimiento nunca llega. Esta es una pregunta recurrente entre los responsables del sector retail, quienes, tras años de esfuerzos y sacrificios, ven cómo su trabajo pasa desapercibido por la alta dirección.
La salida de muchos de ellos no está relacionada con su capacidad ni con los resultados que han logrado. El verdadero problema radica en una desconexión más profunda: la falta de alineación en los valores.
En el mundo del retail, que siempre está en movimiento y donde las expectativas de los clientes nunca son las mismas, es vital que los dirigentes sientan que sus valores coinciden con los de la empresa. Cuando esa conexión se rompe, es como perder un ancla. La confianza se quiebra y, sin ese soporte, el liderazgo se vuelve complicado. Esta desconexión afecta la motivación de estos profesionales y también puede llevar a la frustración.
En este ámbito, la cultura organizacional y la responsabilidad social son factores cruciales. Los líderes anhelan trabajar en lugares donde sus valores personales y profesionales se alineen con los de la empresa. Cuando no logran esa conexión, no es solo una incomodidad, es una necesidad fundamental que impacta su compromiso. Las empresas que fomentan una cultura de valores compartidos son las que realmente retienen y hacen brillar a su talento directivo.
El reconocimiento también juega un papel fundamental en su permanencia. En muchas compañías del retail, el arduo trabajo y los logros se dan por sentados, lo que conduce a una sensación de invisibilidad. Esta falta de aprecio es especialmente perjudicial, en un sector donde los líderes gestionan operaciones complejas, desde la experiencia del cliente, hasta la eficiencia logística. Sin el reconocimiento adecuado, es más probable que busquen nuevos horizontes donde sus contribuciones sean más valoradas.
La presión constante por obtener resulta dos inmediatos en el retail complica, aún más, la situación. Aunque las transformaciones exitosas requieren tiempo, muchas veces la urgencia por resultados a corto plazo limita su capacidad para implementar estrategias sostenibles.
Esta dinámica crea un ciclo de ansiedad que impacta sobre su rendimiento y también puede desgastar emocionalmente a sus equipos. Sin un ambiente de apoyo que permita el desarrollo a largo plazo, los responsables sienten que sus esfuerzos son en vano, lo que los empuja a buscar mejores oportunidades donde puedan ser valorados.
Por último, es fundamental que la alta dirección brinde apoyo a sus dirigentes. En un entorno tan competitivo, la colaboración y el respaldo de la cúpula directiva son esenciales para que los líderes implementen su visión y guíen a sus equipos. Sin ese apoyo, la moral se desploma y la innovación se frena, lo que los deja atrapados en un ciclo de desmotivación que afecta no solo su desempeño, sino también el de todo su equipo.
En un sector que cambia tan rápidamente como el retail, es crucial encontrar un entorno donde estos profesionales puedan prosperar, sentirse valorados y conectados con los valores de la organización. Solo así se puede asegurar el éxito a largo plazo y mantener el talento clave en las empresas. Está comprobado: cuando los responsables se sienten comprendidos y respaldados, benefician a la organización, se convierten en agentes de cambio que inspiran a sus equipos y crean un impacto duradero en el sector.