Las relaciones comerciales con Latinoamérica son un componente fundamental para la economía española, tanto en la composición actual, como para el crecimiento potencial de la misma. En los últimos años, debido a las sucesivas crisis, nuestro país ha perdido protagonismo en la región en favor de China y su principal socio: Estados Unidos. Según el […]
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| 03 may 2023
Las relaciones comerciales con Latinoamérica son un componente fundamental para la economía española, tanto en la composición actual, como para el crecimiento potencial de la misma. En los últimos años, debido a las sucesivas crisis, nuestro país ha perdido protagonismo en la región en favor de China y su principal socio: Estados Unidos. Según el último Informe Mensual de Comercio Exterior (COMEX), elaborado por el Ministerio de Industria, la región acapara el 4,7% de las exportaciones y el 5,1% de las importaciones del país.
Asimismo, en un mundo cada vez más fragmentado en bloques, la Unión Europea busca en España un liderazgo en las relaciones comerciales con esta parte del continente americano. Según cifras del Banco de España, el bloque comunitario representa el 9% de las exportaciones de esta región, por detrás del 42% de Estados Unidos y el 15% de China, además del 12% de las importaciones, frente al 34% y 20% de EEUU y China, respectivamente.
En este sentido, la semana pasada se celebró una mesa de debate en el seno del III Congreso de la Sociedad Civil para tratar el estado actual de las relaciones económicas de España y la Unión Europea con América Latina. Este coloquio, titulado ¿Hacia nuevo paradigma español en Latinoamérica?: Gobiernos populistas y desafíos empresariales, ha sido presidido por el exministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa Climent.
La Directora de Área de Cuenta del Estado Cesce, Beatriz Reguero, abrió la charla mostrando insatisfacción con las cifras de comercio actuales, argumentando que “la vía latinoamericana es una buena oportunidad para volver a situarnos en el mapa.” También incidió en los riesgos de la región, con una desafección política más intensa que en el resto del mundo y el retroceso de las clases medias, sobre todo, desde la crisis provocada por la pandemia. La dirigente argumentaba que las reformas estructurales, necesitadas de tiempo para implementarse, son imposibles en “sociedades polarizadas e impacientes”. Además, Requero ve una oportunidad en la presidencia de España en la UE para poner el foco en esta área del mundo, animando a las autoridades a “explotar la relación cultural” existente entre nuestro país y esta región.
Por su parte, Ramón Casilda Bejar, profesor del IEB y de la Escuela Diplomática, recalcó que es importante que España siga liderando en Europa las inversiones en América Latina. Según su análisis, China ha realizado avances importantes en este terreno, por ejemplo, monopolizando la distribución de la electricidad en Perú. Aboga por revitalizar las inversiones ya que “se ha dado un paso atrás” desde la crisis de 2008, el contexto y la pandemia.
El profesor aseguró que España “tiene que ser el gran puente entre Europa y América Latina”, haciendo uso de herramientas como el Latibex. Casilda Bejar aseguró que “no se puede seguir perdiendo territorio” ya que Latinoamérica es lo que da presencia a nivel global a nuestro país, proponiendo, por ejemplo, el cierre del acuerdo UE-Mercosur. Aun así, reconoció la posición de desventaja de las empresas nacionales con respecto a las Chinas, ya que estas cuentan con "apoyo estatal", tanto económico como diplomático.
Otra de las intervinientes, la exsecretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach Figueras, defendió, en línea con el resto de ponentes, la necesidad de que España vuelva a Latinoamérica, pero resaltó la necesidad de hacerlo acompañados, entre otras cosas, de estructuras, acuerdos, procesos e inversiones de la Unión Europea. Gallach Figueras, además, apuntó la importancia de que las relaciones fueran más equilibradas, promoviendo la inversión en ambas direcciones. La exmandataria cerró su turno admitiendo la desventaja de Europa en la disputa China-EEUU-UE que se juega en la región.
Rafael Puyol, presidente de UNIR, centro su intervención en la educación, su área de especialidad. El antiguo rector de la Universidad Complutense de Madrid apuntó a la evolución demográfica de esta región y los efectos en el potencial número de estudiantes. Puyol compartió proyecciones sobre el número de universitarios latinoamericanos: 45 millones en 2030 y 66 millones en 2060, en contraste con los 32 millones actuales. Con estos datos sobre la mesa, defendió la necesidad de impulsar la calidad de la enseñanza superior y de hacerla más inclusiva. El presidente de UNIR recalcó la necesidad de apostar por la enseñanza en remoto, ya que el aumento proyectado de la demanda no se podía cubrir con formación presencial en su totalidad.
En cuanto al papel de España, el experto en educación planteó aumentar la enseñanza en grados y máster, la formación de profesores y doctores e impulsar la cultura de la investigación.
Por último, el Secretario General de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), Antonio Magraner, puso en valor el “enorme talento” existente en Latinoamérica. También advirtió del control que ejerce China en la actualidad sobre el tráfico de pasajeros y mercancías en algunos países.