Quirónsalud ha comenzado a administrar en España las primeras dosis de la vacuna desarrollada por la firma belga Janssen, filial de Johnson&Johnson. La iniciativa forma parte del ensayo clínico fase III Ensemble 2, el primero de sus características autorizado en este país el pasado mes de noviembre por la Agencia Española de Medicamentos y Productos […]
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| 22 ene 2021
Quirónsalud ha comenzado a administrar en España las primeras dosis de la vacuna desarrollada por la firma belga Janssen, filial de Johnson&Johnson. La iniciativa forma parte del ensayo clínico fase III Ensemble 2, el primero de sus características autorizado en este país el pasado mes de noviembre por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Para ello, se han seleccionado ocho centros, entre los que se encuentran el hospital universitario Quirónsalud Madrid y el hospital Quirónsalud Barcelona. La investigación contará con hasta 30.000 voluntarios procedentes de nueve países diferentes, de los que 600 recibirán la dosis en uno de los dos centros citados.
La vacuna, denominada Ad26.COV2.S, está basada en una tecnología “sólidamente” documentada con un adenovirus recombinante no replicativo. Su objetivo es generar respuesta inmunológica frente a una de las proteínas de coronavirus conocida como proteína S (spike) o proteína espiga en español.
A través de estas pruebas, que arrancaron la primera semana de enero, se persigue evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna en régimen de dos dosis, con ocho semanas de diferencia entre la primera y la segunda. Está diseñado con doble-ciego, en el que se administra la vacuna o un placebo enmascarados para impedir su identificación a simple vista.
Las personas sin enfermedades concomitantes, que se asocian a un mayor riesgo de progresión a sufrir COVID-19 grave, son los que inicialmente formarán parte del estudio. También se excluyen los pacientes que estén o hayan estado en tratamiento oncológico en los últimos seis meses o aquellos que reciben tratamientos con corticoides o inmunomoduladores, ya que estos fármacos reducen la respuesta inmune, según precisa el jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid e investigador principal del estudio, José María Echave-Sustaeta.
Posteriormente, tras la evaluación por parte de un comité independiente de vigilancia de los datos de seguridad de estos participantes, se pasaría de manera eventual a incluir a los individuos que padecen enfermedades concomitantes. Respecto al tipo de población, está previsto que un 20% de los integrantes sean menores de 40 años y un 30% mayores de 60 años, comenta Fernando Cereto, investigador del servicio de Medicina Interna del hospital Quirónsalud Barcelona, que coordina la investigación en dicho centro.
Asimismo, durante el tiempo que dure el ensayo se llevará a cabo una monitorización estrecha de todos los voluntarios para una identificación de los casos de COVID-19 que se vayan produciendo, al igual que de posibles síntomas o reacciones adversas. “Este tipo de investigaciones recaen en hospitales con gran capacidad investigadora, gran poder de reclutamiento de pacientes y con agilidad para poner en marcha ensayos clínicos, como reiteradamente han demostrado los hospitales Quirónsalud”, precisan en una nota.