La salud mental va adquiriendo importancia año a año y esta priorización del wellbeing se nota también en los entornos laborales. El informe La salud mental de la Generación Z y los millennials en el nuevo mundo laboral, elaborado por Deloitte, muestra que más de la mitad de los menores de 36 años han reconocido […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 16 feb 2023
La salud mental va adquiriendo importancia año a año y esta priorización del wellbeing se nota también en los entornos laborales. El informe La salud mental de la Generación Z y los millennials en el nuevo mundo laboral, elaborado por Deloitte, muestra que más de la mitad de los menores de 36 años han reconocido que el bienestar y la salud mental se han convertido en una prioridad en el lugar de trabajo, aunque también advierten de que no se ha materializado en ninguna mejora.
De hecho, el 46% de la Generación Z y el 45% de los millennials encuestados aseguraron sentirse agotados debido a la intensidad y las exigencias de su trabajo. En un momento en que cada vez más personas eligen dejar sus trabajos por el cambio de prioridades tras la pandemia, el burnout es un problema clave que los dirigentes deben abordar.
A este respecto, el 44% de la Generación Z y el 43% de los millennials responden conocer a personas que han dimitido de sus puestos de trabajo debido a la presión. Además, aquellos que han cambiado de compañía desde 2020 mencionaron el agotamiento como uno de los las tres razones principales para dejar a su cargo anterior.
Pese a lo elevado de estas cifras, uno de cada cuatro millennials y uno de cada cinco de la Generación Z no cree que su jefe se tome el agotamiento en serio o que esté tomando medidas para abordarlo.
Otra de las barreras que quedan pendientes de superar es la estigmatización. Alrededor de un tercio de los jóvenes -35% de milenials y 33% Generación Z- declaran no sentirse cómodo al hablar abiertamente sobre problemas de esta índole, lo que lleva a que tan solo el 42% de los empleados esté dispuesto a admitir la salud mental como el motivo real de la baja.
El bienestar de los empleados hace referencia a cómo el trabajo (deberes, expectativas, nivel de estrés y entorno) afecta su salud y felicidad en general. Y si bien incluye factores como el ejercicio y la nutrición, el bienestar no solo se trata de la salud física, sino también del estado de ánimo o de factores menos tangibles, como un sentido de propósito. Sobre todo, se trata de comprender a los empleados desde una perspectiva holística, teniendo en cuenta también su vida extralaboral y considerando su calidad de vida en general, saliendo del enfoque exclusivamente profesional.
Los entornos de trabajo deficientes, que incluyen discriminación y desigualdad, cargas de trabajo excesivas, un descontrol e inseguridad laboral, representan un riesgo para la salud mental. A nivel mundial, se estima que cada año se pierden 12 000 millones de días laborales por depresión y ansiedad, traduciéndose en un coste de más de un billón de dólares anuales en pérdida de productividad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los riesgos para la salud mental en el trabajo se puede originar por diversos factores, como la infrautilización de competencias, las cargas excesivas de trabajo, la escasez de personal u horarios largos e inflexibles.