La digitalización ha popularizado servicios que antes se disfrutaban exclusivamente en grandes compañías. De esta manera, plataformas de reciente creación han ayudado a extender y popularizar conceptos como la retribución flexible a todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño. Para conocer más a fondo este fenómeno, DIRIGENTES entrevista a Guillermo Sánchez, vicepresidente de Revenue […]
RRHHDirigentes Digital
| 22 nov 2023
La digitalización ha popularizado servicios que antes se disfrutaban exclusivamente en grandes compañías. De esta manera, plataformas de reciente creación han ayudado a extender y popularizar conceptos como la retribución flexible a todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño. Para conocer más a fondo este fenómeno, DIRIGENTES entrevista a Guillermo Sánchez, vicepresidente de Revenue de Betterfly.
La retribución flexible es una manera de llamar a pagar no solo con dinero, sino con productos en especie que tienen una serie de leyes y normativas fiscales que hacen que estén exentos de pagar IRPF porque son productos protegidos (guardería, transporte, seguros de salud…). Es decir, productos o servicios que generan un beneficio tanto para la sociedad como para el propio empleado.
Teniendo en cuenta la naturaleza de esto, para el empresario, poner un sistema de retribución flexible le permite pagar más a sus empleados sin que le suponga más coste. Me explico: les paga el mismo bruto, pero su neto aumento porque estos productos y servicios están exentos. Es decir, cuando un empleado cambia parte de su salario bruto por productos en especie, estos se descuentan del bruto y después se aplican impuestos sobre la cantidad restante, que sería menor.
Asimismo, hay una serie de reglas que sirven como límites a lo que te ahorras en impuestos. Nunca puedes tener más del 30% del salario en especie. Además, nunca puedes cobrar en dinero menos del Salario Mínimo Interprofesional. También es importante saber que cada uno de los productos tiene límites que determinan qué partes están exentas y cuáles no. Por ejemplo, en guardería no hay, pero en seguros de salud no puedes superar los 500 euros anuales. Si este cuesta 700, los primeros 500 puedes pagarlos con el sueldo bruto, y los otros 200 no.
Sí, antes era accesible solo a las grandes empresas del IBEX 35 y poco más. Había uno o dos players que se dedicaban a este tema con tecnologías caras y difíciles de adaptar a las empresas, por eso solo iban a las más grandes. Con la irrupción de players como Betterfly se ha democratizado. Nosotros tenemos clientes desde los tres empleados hasta los siete u ocho mil. Ahora cualquier pyme con un coste muy adaptado a su tamaño puede tener el mismo sistema que el que tiene Telefónica o Repsol.
Las aplicaciones que había antes usaban tecnologías bastante estrictas y cuyo software venía realizado por corredurías, aseguradoras y este tipo de players que no son tecnológicamente muy avanzados y requerían desarrollos a medida para toda empresa a la que asistían. Nuestra aplicación, en cambio, se adapta a cualquier tipo de empresa porque nace con una tecnología que la hace totalmente configurable. No necesitamos ir a una empresa y hacer una consultoría y cobrarla como hacen otros proveedores. Tenemos un software que se adapta a las necesidades del 99,9% de las empresas y más si es pequeña. Si es una empresa muy grande con muchas necesidades, quizás tengamos que hacer alguna adaptación que tampoco suele ser complicada, pero para empresas de 1.000 empleados para abajo siempre es llave en mano: es configurar la aplicación en menos de una hora y, por lo tanto, no tiene unos costes que luego haya que transmitirle al cliente final.
Sí, la pandemia nos hizo a todos un poco más digitales. Tras el parón de dos o tres meses, experimentamos un boom muy fuerte porque la digitalización se puso de moda y aumentó el uso de herramientas digitales y segundo porque era una forma de aumentar el salario de los empleados sin tener que hacer grandes inversiones en un momento de tanta incertidumbre. Los empleados cada vez lo demandan más y cada vez se conoce más en España. En un principio, como he comentado, lo usaban las grandes empresas y solo se conocía dentro de ella. Ahora, muchísimas empresas de todos los tamaños la tienen y el boca a boca funciona.
Siempre hay grupos de edades que toman las tecnologías de distinta forma. Además, las generaciones más jóvenes abrazan la tecnología más rápido que las menos jóvenes y es verdad que tienen la mente más abierta también a las finanzas y a la manera de administrar el dinero. Son mucho más conscientes de sacarle provecho a lo que ganan y analizan todo mucho más. En general, creo que las generaciones más jóvenes sí que ven este tipo de medidas y las adoptan mucho más rápido que las generaciones mayores.
Además, la retribución flexible tiene cinco productos que son bien distintos, además de otros que, pese a no tener el ahorro fiscal, sí que cuentan con el ahorro por escala. No es lo mismo vender un seguro de vida a toda la empresa que hacerlo a un particular: ahí se produce una diferencia de precio. Entonces la realidad es que hay diversidad de productos que, dependiendo de la generación, se suelen contratar más o menos. Por ejemplo, la gente más joven contrata menos el seguro de salud y lo hace más con la tarjeta restaurante o la de transporte. Cuando se llega a la edad de tener bebés se disparan los contratos de guardería.
La realidad es que tenemos clientes de todos los sectores, aunque sí que es verdad que las empresas más tecnológicas dan más porcentaje de adhesión entre su plantilla a estos planes. Aunque nuestra app, al ser 100% mobile, no necesita un ordenador para utilizarse, aunque cuesta más llegar a ese perfil porque es más fácil llegar a alguien con email corporativo. El perfil de oficina es más fácil de llegar, aunque tenemos perfiles en restauración o fábrica que, en el momento en el que llegamos a ellos, lo usan de manera similar.