Hay tres clases de compañías; aquellas que hacen que las cosas ocurran, aquellas que esperan que las cosas ocurran, y aquellas que se sorprenden por lo que ha ocurrido. Un profesional del marketing y la comunicación, debe ser aquel que pretende trabajar en la primera.
Son compañías que tienen dos cosas en común: Una, que buscan resolver problemas y contradicciones naturales del negocio a través de la creatividad, compañías que fomentan incansablemente la creatividad de sus empleados. Dos, que tienen una clara orientación al cliente, que siempre está en el centro de su estrategia, que se preocupa por conocer sus necesidades buscando satisfacerles, pretendiendo y logrando ser importantes en sus vidas.
La sociedad está cambiando, se está transformado, estamos ante un nuevo consumidor, ante una nueva forma de relacionarse, gente que sabe lo que quiere, que es extremadamente exigente y que busca, compara, analiza las opciones de compra buscando un producto o un servicio de calidad a un precio competitivo.
Ante esta nueva realidad, el profesional del marketing y la comunicación hace que tenga que readaptarse continuamente, no perder de vista jamás al cliente, siendo la creatividad básica en su día a día. La creatividad bien ejecutada es mágica, hace que el consumidor se sienta identificado con las marcas, que sean únicas, que generen empatía y cercanía. Un claro ejemplo reciente, es el magnífico trabajo que se está haciendo con la marca sueca Ikea.
Las marcas las deberíamos ver más humanas, cercanas, sociables… Tienen que ser auténticas, con sus cualidades e imperfecciones, siendo honestas a la hora de comunicarse con sus clientes. En un mercado cada vez más exigente y competitivo el apoyo y la inversión sobre las marca es y será clave.
Un buen profesional del marketing y la comunicación debe ser extremadamente inconformista y replantearse todo lo que hace. Ser creativo, apostar por la creatividad, no tener miedo al fracaso, trabajar, trabajar y trabajar, poniendo mucho sentido común en todo lo que hace, con una clara y definida visión de negocio.
Francisco Cabrero Hidalgo, director de Marketing de Pelayo Seguros
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