Según datos de Eurostat sobre el PIB de las regiones, Reino Unido cuenta con la región más rica de toda la Unión Europea, Londres. Y es precisamente en el corazón financiero de la capital donde afloran todo tipo de opiniones. Los fondos en Reino Unido representan más de un tercio de los activos gestionados en Europa y su fuerza reside precisamente en formar parte de la UE. Analistas de The Financial Times señalaban que la industria de fondos británica debería seguir prosperando ya sea dentro o fuerza de la UE porque cuenta con personal muy especializado que ofrece una ventaja competitiva, pero reconocen que puede que dicha suposición no sea correcta.
Un reciente informe de Morgan Stanley señalaba que los gestores de activos del Reino Unido como Schroders Plc y Henderson Group Plc se enfrentan a mayores riesgos que los bancos en caso de Brexit, alertando también de que algunas empresas podrían salir del país. Podrían moverse hasta 100.000 empleos bancarios fuera de Londres, mientras que la Bolsa caería entre un 10 y un 20%.
En favor de que Reino Unido se mantenga en la UE se ha posicionado por ejemplo Goldman Sachs o Citigroup, asegurando que la salida de Europa haría mucho daño al sector financiero británico. Ambas compañías podrían incluso mover a su personal a otro país europeo si ocurriera.
Un posible Brexit podría afectar a la distribución, la competitividad y las estructuras legales. Los costes de distribución se verían aumentados si Reino Unido sale de la UE y el país tendría que renegociar con cada país para mantener el acceso a los mercados europeos en los servicios financieros.
Pero no todas las opiniones son negativas sobre un Brexit. El presidente del banco UBS, Axel Weber, cree que una salida de Reino Unido no minaría al país como centro financiero sino que sería posible la negociación para que la City pueda seguir teniendo un acceso favorable a los mercados europeos. Risk Capital o Newton Investment Management son más partidarios del Brexit porque consideran que las regulaciones europeas están asfixiando a la City.
La celebración del referéndum y más ampliamente las relaciones de Reino Unido con la Unión Europea fueron la pieza angular de la campaña electoral. El ‘premier’ prometió que si ganaba preguntaría a los británicos sobre la pertenencia del país a la UE y consiguió revalidar su mandato con mayoría absoluta, contradiciendo la mayoría de las encuestas. Los británicos responderán previsiblemente en el segundo semestre de 2017, aunque algunos analistas creen que puede adelantarse a 2016, a la pregunta "¿Debería Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea o abandonar la Unión Europea?". La campaña en el sector financiero que se posiciona a favor de un país dentro de la UE o, por el contrario, partidario de que los británicos se desprendan del yugo europeo, ha comenzado ya en la capital británica.
Históricamente Reino Unido no ha estado muy ligado a Europa sino más bien a Estados Unidos y los países que conforman la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth). Para muchos ciudadanos británicos la Unión Europea no es otra cosa que un gigante burocrático que cuesta mucho dinero sin aportar mucho a cambio. Las encuestas, sin embargo, muestran que ambas posturas están reñidas. En el último sondeo el 52% de los británicos se mostró favorable a abandonar la UE, frente al 48% que aboga por mantenerse dentro.
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