Dividendos: la fortaleza del dólar ‘empaña el horizonte’

De hecho, el incremento de la retribución al accionista ya se ralentizó de manera notable a finales del año pasado, ante la considerable apreciación del "billete verde" frente al resto de monedas, a excepción del franco suizo. Así, la escalada del dólar fue suficiente para restar 10.900 millones de dólares a los dividendos del cuarto trimestre al convertir el valor de los repartos abonados en todo el mundo a unos tipos de cambio inferiores.

Con todo, el crecimiento subyacente siguió siendo sólido (del 8,8%), incluso después de descontar los generosos dividendos extraordinarios, las fluctuaciones de los tipos de cambio y demás factores. El índice HGDI (Henderson Global Dividend Index) alcanzó los 159,9 puntos a finales de 2014, lo que implica que el reparto de dividendos aumentaron casi un 60% en tan sólo cinco años.

Alex Crooke, director del equipo de Global Equity Income de Henderson Global Investors, destaca que 2014 fue "un año fantástico para los inversores centrados en la percepción de rentas periódicas, con los mercados desarrollados a la cabeza". 

Sin embargo, tras los excelentes resultados del año pasado, la firma prevé que "2015 se tome un respiro. Desde nuestras previsiones iniciales tres factores fundamentales han cambiado: en primer lugar, el panorama económico mundial se ha ensombrecido; en segundo lugar, el precio del petróleo se ha desplomado hasta mínimos de los últimos seis años y, en tercer lugar, el dólar ha protagonizado una notable apreciación".

En lo que respecta a la industria del crudo concretamente, estos expertos no esperan "que las petroleras de los mercados desarrollados reduzcan sus dividendos en 2015, pero es muy probable que las productoras de los mercados emergentes distribuyan unos dividendos muy inferiores este año ante las presiones que sufren en términos de rentabilidad. En general, prevemos que los dividendos sólo crecerán un 0,8% este año en el plano general, hasta los 1,176 billones de dólares".

Por otra parte, debemos ser conscientes de que "las fluctuaciones de los tipos de cambio restan visibilidad a la capacidad de las empresas para aumentar sus repartos a los accionistas a largo plazo (…) y en un año aislado, las oscilaciones de las divisas pueden marcar la diferencia. Así pues, aunque los inversores que tengan el dólar como divisa base experimentarán una ralentización del crecimiento este año frente a 2014, esperamos que los inversores del Reino Unido que inviertan en renta variable internacional se beneficien de un crecimiento general de los dividendos del 6,6% y los que operen en euros pueden esperar un aumento de los repartos del 8,8% atendiendo a los tipos de cambio actuales; en todo caso, cifras muy superiores al crecimiento de los dividendos que probablemente arrojarán sus respectivos mercados nacionales. Esto pone de manifiesto la importancia de adoptar una estrategia global en las inversiones basadas en la percepción de rentas periódicas".

Dividendos por países y sectores: EEUU y las tecnológicas, ganadores

En 2014, Estados Unidos volvió a ser el principal motor del crecimiento mundial de los dividendos, superando en 52.000 millones de dólares a su contribución de 2013 (crecimiento general del +17% y subyacente del +15,6%).  Este incremento supera la totalidad de dividendos distribuidos en Japón durante todo el 2014. 

Mientras, en Europa los dividendos aumentaron un 12,3% (6% en el plano subyacente), gracias a las destacadas contribuciones de España, Suiza, los Países Bajos y Francia y a pesar de los decepcionantes resultados obtenidos por Alemania e Italia.

Concretamente, nuestro país, cuarta potencia en reparto de dividendos de la región, registró el mayor ritmo de crecimiento de entre los mercados más importantes, con un aumento de las distribuciones del 24,3% (+11,5% en términos subyacentes) hasta los 31.200 millones de dólares.

Al mismo tiempo, los dividendos provenientes de mercados emergentes cayeron un 11,7% en el plano general aunque, si descontamos el efecto de las fluctuaciones de los tipos de cambio y otros factores, su crecimiento subyacente fue del 8,5% interanual. De los países pertenecientes a los BRICS, sólo China registró un crecimiento general positivo, protagonizando la principal contribución a los dividendos de los mercados emergentes, puesto que las dificultades económicas asediaron a países como Rusia y Brasil, en concreto. 

La región Asia-Pacífico (sin Japón) arrojó un crecimiento general de los repartos del 2,9% (4,9% en términos subyacentes) mientras que las robustas cifras subyacentes que registró Australia se vieron empañadas por la depreciación de su moneda.  En Hong Kong, los inversores disfrutaron de unos abultados dividendos extraordinarios. A pesar de la depreciación del yen, las firmas japonesas distribuyeron un 5,9% más a sus accionistas en términos generales, lo que equivale a un sólido crecimiento subyacente del 14,8%.

Finalmente, por sectores se observa una marcada divergencia: las acciones tecnológicas y de consumo registraron una buena evolución, pero no podemos decir lo mismo de las de suministros públicos y del sector minero. La caída de los precios de las materias primas conllevó recortes de dividendos en el sector minero por tercer año consecutivo. 

Ante el desplome del precio del petróleo en el cuarto trimestre, los dividendos de las firmas del sector petrolero merecen especial atención. Éstos aumentaron un 5,8% en 2014 hasta los 134.100 millones de dólares (el segundo sector que más dividendos reparte), aunque en 2015 será más complicado que se anoten un crecimiento positivo.

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