Dólar: acomodar, no combatir la tendencia

Ayer conocimos que en enero hubo salida neta de fondos desde activos a medio y largo plazo estadounidense por 27.000 millones, especialmente desde treasuries.

Pero lo cierto es que detrás de este dato "coyuntural", hay crecientes indicios de entrada estructural de fondos hacia los mercados estadounidenses: desde los más de 135.000 millones retornos de inversores estadounidenses en los últimos seis meses (-313.000 millones en los dos últimos años) y el creciente interés de los inversores internacionales por deuda corporativa norteamericana con compras netas de 44.000 millones en seis meses.

Pienso en estos datos a la hora de la valoración que puede hacer la Fed mañana de la apreciación del dólar. ¿De verdad están preocupados? Desde luego, cualquier mención desde el FOMC sobre la subida de su moneda sería una anomalía histórica. Un mensaje a los mercados que, por si sólo, alejaría por el momento el riesgo de subida de los tipos de interés oficiales en junio. 

Pero, ¿tiene sentido hacerlo cuando buena parte del Consejo ya aboga por comenzar la normalización? No se trata de restringir las condiciones monetarias si no de normalizarlas, de forma que se trate de equilibrar los costes a medio plazo de unas condiciones financieras tan laxas con los beneficios (en términos de mercados, es lo que único que se me ocurre) de mantenerlas.  Probablemente, si finalmente opta por aludir al dólar, tratará de dejar abierta la puerta a una mayor flexibilidad en el manejo de los tipos. Y esto sólo pasa por eliminar el término de paciencia en su gestión al mismo tiempo que se considera temporal la desaceleración macro observada en el primer trimestre.

¿Les parece un mensaje ambiguo? Pero esto no es nuevo. Por lo que respecta al dólar, tengo la sensación de que estamos ante una tendencia al alza no finalizada. De esta forma, tiene sentido intentar acomodarla pero no tanto combatirla. El resto de los mercados, sigo pensando que la reciente inestabilidad no ha impedido que las bolsas estadounidenses coqueteen con nuevos máximos y que la rentabilidad del treasury a plazo siga por debajo de los niveles de finales del año pasado. Inestabilidad sí; pero inflación de activos, también.

¿Y en Europa? Lean la siguiente alerta de Moody’s:

MOODY’S: STABLE CREDIT OUTLOOK FOR EURO AREA SOVEREIGNS, BUT GREXIT AND DEFLATION PRESENT DOWNSIDE RISK

(Perspectiva estable de crédito para la Zona Euro, pero Grecia (su salida) y la deflación suponen riesgos a la baja)

MOODY’S: GREECE LEAVING THE EURO AREA COULD STILL HAVE SERIOUS CONSEQUENCES FOR THE EURO AREA AS A WHOLE AND THE PERIPHERY IN PARTICULAR.

(La salida de Grecia del euro podría seguir teniendo serias consecuencias para la región en general y para la periferia en particular)

La cuestión de fondo es clara: ¿se prima la estabilidad a corto plazo dándole más dinero a Grecia sin garantías o se busca la estabilidad del área a medio y largo plazo haciendo al euro sostenible?

Vean ahora esta otra alerta de Moody’s:

PUBLIC DEBT WILL CONTINUE TO RISE IN MOST COUNTRIES OF THE EURO REGION, A KEY FACTOR CONSTRAINING THE RATINGS.

(La deuda pública continuará subiendo en la mayor parte de los países de la Zona Euro, factor que presionará a los ratings)

No es una cuestión de austeridad o no. Más bien sobre la necesidad de reformas estructurales.

Dice bien el BCE cuando aclara, como hizo ayer su Presidente, que las medidas monetarias expansivas no solucionan problemas estructurales. Pero, por otro lado, también es cierto que este mismo argumento ha sido utilizado de forma recurrente en los últimos tres años y no ha impedido que la autoridad monetaria europea avance de forma decidida en la aplicación de estas medidas expansivas cada vez más al límite.

Ayer el BCE anunció que el QE en los primeros tres días de la semana pasada (la liquidación de los dos últimos caerá en esta semana) fue de 9.700 millones. ¿Poco o mucho? Ambas lecturas son factibles. Pero, lo cierto, es que el resultado final es el que debe conocerse dentro de dos semanas y media. Y al ritmo diario de compras (3.200 millones) se acercará mucho al objetivo. O incluso lo puede superar.

José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.

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