La inversión con criterios sostenibles ha dado mucho que hablar en los últimos años. Aunque el foco se ha puesto más en el lado medioambiental y se ha dejado de lado el aspecto social. Algo de lo que hablamos con Domingo Torres, director en España de Lazard.
¿Qué deben saber los inversores cuando se habla de inversión en diversidad e inclusión?
Hay un gran olvido de este lado. Todo lo que se ha hecho en la regulación va encaminada hacia el medioambiente. La diversidad y la inclusión también recogen objetivos de desarrollo sostenibles. Es un campo donde hay variantes múltiples. Primero, antes de saber qué es invertir en esto. Tenemos que tener claro saber a qué nos referimos cuando hablamos de diversidad y de inclusión.
Diversidad es cuando en un grupo notamos una diferencia. Esas diferencias pueden ser visibles, como puede ser la igualdad de género, la edad o la raza. También no visibles como la orientación sexual o las enfermedades. Diversidad es el hecho, constatamos que hay diferencias y que nuestra sociedad avanza muy rápido. Esto es el capital uno de la empresa. La inclusión es la acción. La acción para incluir esos talentos para ir todos hacia el mismo lado.
Se puede invertir en diversidad e inclusión. Nuestro corazón es invertir en empresas y la vía más soberana es trabajar en el capital humano. Nosotros tenemos varias estrategias de capital humano, donde intentamos que el poder de los inversores haga cambiar las empresas.
¿Cómo se invierte en esta parte social?, ¿qué activos se pueden encontrar?
Tenemos un análisis de la empresa, a partir de ahí nos dirigimos hacia el capital humano de esa empresa. Valoramos criterios como la formación, acceso a oportunidades, igualdad de género, rotación… en función del nivel de rotación de empleados nos viene a decir algo subyacente. La estabilidad de empleados en una empresa es muy positiva, por ejemplo.
Sabemos que vamos a restringir empresas. Descartamos empresas que no están teniendo el comportamiento adecuado en estos criterios. Aunque, nuestro rol como empresa gestora es acompañarlos para que vayan mejorando estos aspectos sociales. Cuanta más cuida a los empleados, la empresa suele rendir mejor.
Tenemos una estrategia de igualdad de género, llamada Minerva, en la que aplicamos filtros rigurosos. Por ejemplo, que la empresa tenga un mínimo de un 30% de participación femenina en los consejos de administración. De 1.200 empresas, al aplicar estos filtros nos quedamos con 200.
En cuanto al comportamiento de los inversores para la inversión sostenible, ¿qué lectura podemos hacer?
2022 fue un año dramático en todas las clases de activos. Tuvimos que lidiar con rentabilidades negativas en las principales clases de activos. A partir de ahí, la visión de los inversores no ha cambiado.
Hemos tenido hasta el primero de agosto la adecuación de los grandes distribuidores al test de idoneidad ESG, a las respuestas positivas, las empresas tenían que tener una lista de fondos artículo 8 y 9 para poder ofrecérselo a los inversores. Este ‘green MiFID’ es para los inversores finales. No hay una gran tendencia de entrada porque tenemos que seguir concienciado a los inversores.
La parte institucional sí está creciendo, donde la inversión sostenible se está buscando. Se están aplicando estrategias para buscar fondos que cumplan con los criterios ESG.
Si ampliamos el foco a la inversión temática en general, ¿cuáles destacarías?
Creo que para identificar temáticas invertibles hay que poner el foco en temáticas de largo plazo, que son aquellas que seguirán a 10 años. Una vez que tenemos estas respuestas, podemos identificar hacia qué temática queremos ir. Encontramos el cambio climático, el agua, las energías renovables, la igualdad de género, la salud digital… destacaría la gran disrupción en el área sanitaria. Hemos constatado que está cambiando el mundo y que la tecnología está sirviendo de trampolín para la quinta revolución industrial.
2023-07-14 05:45:26