‘Hacer grande a Estados Unidos otra vez’. Éste es el lema que abandera al candidato republicano más polémico. En esta ocasión, Donald Trump ha conseguido captar, además, la atención de los miembros de su propio partido.
"Quiero bajar los impuestos para la clase media", señalaba el multimillonario en una entrevista con Bloomberg. "La gente de los fondos de cobertura gana mucho dinero y paga muy pocos impuestos", añadía Trump. Este hecho no ha gustado mucho entre las filas republicanas, donde la ‘protección’ a los más ricos es una de sus principales características.
El propio Trump ha reconocido que obtiene buenos ingresos por lo que "no le importaría pagar un poco más en impuestos". Para puntualizar y hacer un guiño a los trabajadores estadounidenses, el magnate de los negocios añadió que "la clase media está siendo apaleada en este país".
Un gestor de fondos entre sus filas
Trump también se ha referido a los gestores de fondos. En este caso, la mayoría de administradores de fondos de cobertura pueden declarar sus beneficio como participación diferida, que tributa a una tasa menor. Para intentar dar otro golpe de efecto, Trump contará con el inversor Carl Icahn como secretario del Tesoro si finalmente llega a la Casa Blanca.
"Tras el debate de anoche, decidí aceptar la oferta de @realDonaldTrump para ser secretario del Tesoro", tuiteó el gestor de fondos hedge hace unas semanas.
¿Cambio de estrategia?
Las nuevas declaraciones del multimillonario contrastan con su discurso de cuando aún era precandidato. "Lucho como nunca para pagar lo menos posible de impuestos", señalaba Trump.
"Primeramente porque soy un hombre de negocios, y así es que tenemos que actuar" y segundo porque "odio la forma con que nuestro gobierno gasta nuestros impuestos, detesto la manera en que derrochan nuestro dinero", afirmaba el empresario estadounidense en una entrevista con CBS.
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