Draghi emplaza a los mercados a diciembre

Sin cambios en los tipos, ni nuevos estímulos por quinta vez consecutiva se ha saldado la reunión de octubre del Banco Central Europeo (BCE). Y su presidente, Mario Draghi, tampoco ha ofrecido muchas ‘pistas’ a unos mercados preocupados por la posibilidad de que se comiencen a reducir las compras de activos (QE), el conocido como tapering. Lo que sí ha hecho ha sido marcar en rojo una fecha en el calendario de inversores y gestores: el encuentro del próximo 8 de diciembre. “Nuestras decisiones de diciembre les dirán lo que vamos a hacer en los próximos meses”, ha afirmado tajante el banquero italiano, tras negar previamente que la autoridad monetaria haya discutido en esta reunión ni la ampliación del QE más allá de marzo de 2017, ni tampoco el tapering. Y ha recordado que “el Consejo tiene en cuenta el trabajo de los comités, pero sigue siendo el último que toma las decisiones”.

Antes ha reiterado que la economía de la Zona Euro sigue siendo “resistente a los shocks mundiales y a la incertidumbre política”. Un entorno en el que el BCE sigue “comprometido con  mantener un considerable grado de flexibilidad monetaria” y en el que seguirá “actuando, si es necesario, con el uso de todas las herramientas disponibles bajo su mandato”.

La inflación, ha reconocido, “probablemente repunte en los próximos meses, sobre todo debido a los efectos de base, pero no hay señales de una tendencia al alza convincente en los precios”.

Después ha vuelto a ‘llamar a la puerta’ de los Gobiernos de la Zona Euro: “Es necesario intensificar sustancialmente la aplicación de reformas estructurales en todos los países”.

Asimismo, el banquero italiano ha repetido que “los bajos tipos de interés están funcionando”, a vueltas una vez más con el ‘efecto perverso’ que están teniendo en la delicada salud de los balances de la banca europea.

Sobre otro de los problemas de sus estímulos, en este caso el cada vez menor número de bonos que puede comprar bajo el QE, ha afirmado que “la escasez de papel no es u problema ahora”.

Finalmente, preguntado sobre Portugal, que se enfrenta a una posible perdida de la calificación necesaria para seguir bajo el paraguas del BCE, Draghi ha reconocido sus “notables progresos”, matizando que “se necesitan más reformas, como por ejemplo hacer frente a la elevada morosidad”.

Para James Athey, gestor de renta fija de Aberdeen AM, «no ha sido el mejor momento de Draghi. Sin duda, quería acabar con la idea de que el BCE va a reducir sus estímulos en el corto plazo. Sin embargo, lo que en realidad ha hecho es decirle a la gente que vuelva en diciembre y que vea lo que piensan entonces. Esto deja muchas preguntas sin contestar lo que hará que la volatilidad en el mercado bonos siga siendo elevada. Un mercado que ya estaba nervioso no encontrará mucho consuelo en la ofuscación que ha mostrado», concluye.

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