Congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “no es una variable” que el Ministerio de Trabajo y Economía Social tenga en cuenta para el próximo 2021. El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, juez y parte en la última reunión del Diálogo Social, avisa a los empresarios de que la intención del Gobierno es […]
NacionalDirigentes Digital
| 15 dic 2020
Congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “no es una variable” que el Ministerio de Trabajo y Economía Social tenga en cuenta para el próximo 2021. El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, juez y parte en la última reunión del Diálogo Social, avisa a los empresarios de que la intención del Gobierno es elevar el SMI, al menos de manera simbólica, un 0,9% con respecto a los 950 euros que se establecieron en 2020.
De ese modo, se enfrenta a la patronal, que no cree que sea el momento adecuado para subir el SMI. De hecho, según ha explicado el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, tanto CEOE como Cepyme, representantes de los empresarios, han acudido a la negociación sin intención de negociar: “Ellos no venían a negociar”. Por ello, Pérez Rey ha emplazado a las partes -también a los sindicatos- a volver a evaluar las posibilidades reales el próximo lunes. “El Gobierno ha pedido un esfuerzo”, reconoce el secretario de Estado.
Por su parte, los sindicatos se han mostrado favorables a subir el salario mínimo, pero no en el 0,9% que propone el Gobierno como última salida, sino hasta los 1.000 euros, dado que entienden que en los últimos acuerdos con la patronal ya se acordó que los convenios colectivos establecieran un sueldo mínimo de 1.000 euros. Por ello, creen que no tendría sentido deshacer esa postura en el diálogo con el Ministerio de Trabajo.
En todo caso, Pérez Rey ha recordado al inicio de sus declaraciones a la prensa que la consulta con los agentes sociales es un mero trámite al que el Gobierno está obligado antes de revisar la subida anual del SMI. Por ello, ha avisado de que no alcanzar un acuerdo supondría “una anomalía que solo ha ocurrido dos veces, en 2012 y 2014”. Por tanto, la patronal ya sabe que la opción de no subir el SMI no está sobre la mesa y el Gobierno se ha encargado de dejarlo claro: “La falta de respaldo no puede impedir que el Gobierno tenga que seguir cumpliendo con las iniciativas que le corresponden”.