Angiolina Galluccio, economista y experta en globalización, explica a Dirigentes que “la economía estadounidense a inicios de año comenzó con fortaleza, trayendo consigo los buenos resultados de la solidez del año anterior respecto al crecimiento del PIB, un bajo índice de desempleo, así como un respetable récord de confianza del consumidor”. La Oficina de Presupuesto […]
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| 15 abr 2019
Angiolina Galluccio, economista y experta en globalización, explica a Dirigentes que “la economía estadounidense a inicios de año comenzó con fortaleza, trayendo consigo los buenos resultados de la solidez del año anterior respecto al crecimiento del PIB, un bajo índice de desempleo, así como un respetable récord de confianza del consumidor”.
La Oficina de Presupuesto del Congreso pronostica un déficit de 4,6% del Producto Interior Bruto en 2019 (poco menos de 1 billón de dólares), lo que supone un aumento de 3,8% este año. Los datos de inflación sugieren que se mantendrá en torno al objetivo del 2% de la Reserva Federal. En enero esa tasa caía al 1,6% desde el 1,9% de diciembre, su tercer mes consecutivo de desaceleración. El economista de Bank of America, Joseph Song, cree que este informe “realmente no cambia la perspectiva para la inflación subyacente de 2,1% este año”.
2019 parece estar en el camino del crecimiento a pesar de la incertidumbre actual de los mercados. Según el presidente de Winston Capital Advisors, Fabián Onetti, el debate en este momento está en si vamos a tener desaceleración y prepararnos para la recesión o si será una etapa de vuelta al crecimiento.
INDICADORES NEGATIVOS A INICIOS DE 2019
El 2019 no comenzaba de la mejor manera posible debido al cierre de gobierno más largo en la historia del país (35 días). Según publicó en un informe la Oficina de Presupuesto del Congreso (que no está afiliada a ningún partido político) ese cierre le costó a la economía estadounidense 11.000 millones de dólares, con 3.000 millones perdidos permanentemente.
Los expertos recuerdan que no hay que olvidar que la economía de Estados Unidos se ha sobreestimulado debido a la reforma fiscal del año pasado, lo que podría haber proporcionado algunas falsas señales y reflejado en la reciente turbulencia en el mercado de valores. “Está claro que los recortes de impuestos de Donald Trump no han tenido ninguna incidencia estructural para que mejore esta economía”, explica Gabriela Santos, responsable de estrategia global en J.P. Morgan Asett Management.
La producción industrial en el país se contrajo un 0,6% en el primer mes de 2019. Se trata de la primera caída de este indicador desde mayo de 2018. El Departamento de Comercio dijo que los nuevos pedidos de bienes de capital clave hechos en los Estados Unidos cayeron inesperadamente en diciembre en medio de la disminución de la demanda de maquinaria y metales primarios, lo que apunta a una desaceleración constante en el gasto comercial en equipos que podría obstaculizar el crecimiento económico.
Tampoco fueron buenas las ventas minoristas de diciembre en Estados Unidos. Los analistas esperaban una subida del 0,2%, pero han sufrido una bajada del 1,2%, lo que indica su mayor retroceso mensual desde septiembre de 2009.
A pesar de que las informaciones oficiales publicadas en enero sobre la producción manufacturera son muy buenas, llegando a registrar la mayor ganancia en 10 meses en diciembre, impulsada, sobre todo, por un aumento en la producción de vehículos motorizados, sigue habiendo debilidad en el sector automotriz y también en el de la vivienda. Los precios de las casas habían aumentado por encima de la inflación, pero ahora están perdiendo terreno. Por primera vez desde 2009-2010, las ventas de automóviles y casas han bajado.
“El sector inmobiliario es uno de los que más me preocupa. Estamos viendo desaceleraciones importantes y grandes reducciones en la capacidad de los consumidores para comprar casas y si la Fed seguía subiendo los tipos, todavía iba a seguir teniendo un impacto más negativo sobre este sector y la economía en general”, explica Manuel Restrepo, vicepresidente de XP Securities.
Todo esto, sin olvidar las negociaciones entre China y Estados Unidos, que según dice Fabián Onetti a Dirigentes, “la amenaza de una guerra comercial claramente ya afectó a la economía real, con la bajada de consumo de productos como el cobre, el petróleo y otros materiales básicos”.