Angela Merkel será en la historia de Alemania recordada por su enorme austeridad en la primera crisis financiera, criticada duramente por muchos miembros de la UE por ello y, al mismo tiempo, por su enorme generosidad en el segundo colapso económico que vive en sus 15 años en el poder como canciller. “Las dos actitudes […]
InternacionalDirigentes Digital
| 09 dic 2020
Angela Merkel será en la historia de Alemania recordada por su enorme austeridad en la primera crisis financiera, criticada duramente por muchos miembros de la UE por ello y, al mismo tiempo, por su enorme generosidad en el segundo colapso económico que vive en sus 15 años en el poder como canciller. “Las dos actitudes son extremos”, cree el abogado alemán Tim Wirth que vive en Mallorca y considera que el camino del endeudamiento no es el adecuado. Se habla ya de un capitalismo de estado en Alemania porque se ha perdido cualquier miedo al gasto y rescate de empresas. Mientras Ryanair ha iniciado juicos ante el tribunal europeo contra Lufthansa y Condor por sus ayudas estatales, Alemania ha acordado ya el tercer paquete de rescate para TUI. El grupo con sede en Hanover es el operador de viajes más grande del mundo que tiene hoteles, cruceros y su propia línea área Tuifly. Para España TUI es el garante de un verano de éxito desde hace muchas décadas y ha sido un aliado fiel también en esta crisis. Los alemanes eran los primeros que iniciaban la temporada en junio en Baleares y ahora son la esperanza de las islas canarias donde la temporada acaba de empezar.
Aunque para muchos hoteleros españoles es una buena noticia que el gigante del turismo haya acordado una financiación de 1.800 millones de euros con inversores privados, bancos y el gobierno federal, para los economistas realistas esta vía será un fracaso para el grupo y también para contribuyente. El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung advertía el día anterior del acuerdo con TUI que la mejor solución será la quiebra por el alto nivel de deuda ya acumulado. El nuevo rescate consiste en contribuciones federales silenciosas (FSM), otra línea de crédito del banco estatal KfW, garantías y un aumento de capital que los accionistas existentes pueden suscribir. El Gobierno de Merkel que esta vez siente, a diferencia de en 2008, la crisis en su propia casa, quiere sobre todo salvar su propia piel para las elecciones del año que viene. En este contexto es importante salvar miles de puestos de trabajo en el sector de los viajes. “Pero, aunque se inyecta más dinero la pérdida de empleos es inevitable”, dice Wirth. Lufthansa, es la primera línea aérea de Alemania con mucha presencia en España, acaba de anunciar que tiene que recortar casi 30.000 puestos de trabajo en los próximos años para poder adaptarse a la nueva situación que solamente en parte está causada por el Covid-19.
Es una situación desastrosa que vive el sector aéreo y de los viajes después de un año de récord para el turismo en 2019. Muchos pilotos, azafatas y controladores aéreos piensan ya en un plan B para su futuro. Como faltan conductores de trenes pero en un futuro sobrarán muchos pilotos en algunos países como Gran Bretaña y Suiza ya tienen programas de reintegración de jóvenes del sector aéreo a otros medios de transporte como puede ser el metro o el ferrocarril. La compañía de trenes pública suiza SBB por ejemplo ha ofrecido a los pilotos de Swiss Air, sucursal de Lufthansa, empezar como maquinistas. Sin embargo, el inversor y consultor suizo André Dosé cree que esta iniciativa es más bien “una cuestión de marketing” porque la formación de un piloto ya es muy cara y sus conocimientos no casan necesariamente con lo que necesita saber un conductor de tren. Es un hecho que, mientras en el aire sobran empleos, muchas empresas de transporte de ferrocarril europeas han calculado mal sus necesidades de personal. Deutsche Bahn también busca maquinistas desde hace años y paga a españoles en paro la formación y el curso de idiomas si deciden venir a Alemania. Dosé reconoce que en los próximos años habrá “miles de pilotos en paro que tienen que pensar qué hacer con su vida porque el sector no se recuperará tan rápido de la crisis actual“. Así, veremos pilotos en otras profesiones que todavía no podemos imaginar y también muchas personas jóvenes prejubiladas.
Igual que se tienen que preocupar los empleados de los aviones hay un futuro muy inseguro en los cruceros. En circunstancias normales, en España, el sector factura 4.500 millones de euros anuales, crea más de 33.000 empleos y el país es el cuarto emisor de cruceristas, por detrás de Alemania, Reino Unido e Italia y el segundo mercado receptor solo por detrás de Italia. Ya antes de la pandemia había un debate sobre si los cruceros eran un negocio con futuro por su alto grado de contaminación y ahora en la pandemia son muy difíciles de manejar. Aunque TUI ha retomado los cruceros en las costas españolas en parte con “Mein Schiff 2”, la polémica ha seguido con varias incidencias antes de salir del puerto. El contexto complicado explica también que el mercado reaccionara al rescate de TUI con pérdidas en la cotización porque los inversores no se dejan engañar y saben que la compañía está muy endeudada y que, igual que en el caso de Lufthansa, muy probablemente el Estado se quedará en la empresa como accionista. El ministerio de economía enfatizó que se puede convertir en una participación silenciosa de 420 millones de euros en acciones en cualquier momento y, por lo tanto, en el caso de TUI si fuera necesario el estado tendría una minoría de bloqueo de hasta el 25 por ciento más una acción.
El principal accionista ruso de TUI, Alexej Mordaschow, que posee casi el 25 por ciento, ayuda también en este rescate y expande su participación al 29,9 por ciento. Mordashov lleva diez años en TUI y, según sus propias declaraciones, no tiene ninguna duda de que “el modelo de negocio del Grupo TUI está intacto y las perspectivas a medio y largo plazo son extremadamente positivas”. El compromiso de Rusia era un requisito previo importante para la ayuda federal, dijo una fuente. La compañía aérea cuenta con el respaldo de un total de nueve mil millones de euros en impuestos provenientes de Alemania, Austria, Bélgica y Suiza. El FSM es el mayor accionista de Lufthansa con un 20 por ciento. Quién sin duda ha sido el ganador de esta crisis han sido los establecimientos turísticos en Alemania que han hecho cifras de ocupación de récord este año pero el contribuyente alemán tiene un año muy complicado por delante en el que habrá más rescates a la Merkel, por lo menos hasta las elecciones en otoño de 2021.