“El crecimiento de la deuda pública y del déficit fiscal en la última década debilitará la capacidad de los gobiernos de Latinoamérica de responder a impactos y a una desaceleración económica mundial en 2020 mayor de lo previsto”, señala Fitch Ratings en un informe titulado “Presión fiscal aumenta vulnerabilidad de Latinoamérica”. El reporte, que reseña […]
InternacionalDirigentes Digital
| 29 ene 2020
“El crecimiento de la deuda pública y del déficit fiscal en la última década debilitará la capacidad de los gobiernos de Latinoamérica de responder a impactos y a una desaceleración económica mundial en 2020 mayor de lo previsto”, señala Fitch Ratings en un informe titulado “Presión fiscal aumenta vulnerabilidad de Latinoamérica”.
El reporte, que reseña la evolución de los déficits en Latinoamérica y Caribe entre 2008 (previo a la última crisis mundial) y 2019 junto con las altas y bajas de los soberanos entre 2014 y 2019, observa que desde 2017 predominan las bajas “tras años de poco crecimiento y falta de recuperación significativa en los precios de las materias primas”.
Fitch “no pronostica una recesión económica a nivel global”, puntualiza el texto, publicado originalmente en inglés el 8 de enero, aunque observa una “desaceleración del crecimiento mundial en 2019”. A partir de esos datos, la agencia prevé que el crecimiento del PIB de EEUU, la eurozona y China “seguirá disminuyendo en 2020”.
Esto ubica a Latinoamérica en una posición vulnerable, con capacidad fiscal limitada para impulsar el crecimiento, según el análisis. En tal escenario, entre los más comprometidos están Argentina y Ecuador, ambos con déficits fiscales altos y problemas de financiamiento y programas del FMI en curso.
En efecto, el nuevo ministro de Economía del primero, Martín Guzmán, se reunió esta semana en Nueva York con Luis Cubeddu, jefe del FMI en Argentina, y acordaron que el fondo enviará un equipo en febrero para analizar “los planes macroeconómicos y la sostenibilidad de la deuda” (57.000 millones de dólares).
En cuanto al segundo, el propio presidente Lenín Moreno revisó en Davos con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, los avances económicos de su gobierno. “Hemos logrado estabilizar las finanzas públicas y atender a los más vulnerables”, tuiteó el mandatario después del encuentro. Su crédito es de 4.200 millones de dólares.
En ambos países, “la sostenibilidad política (de los ajustes) permanece en duda”, consideró Fitch, citando el cambio reciente de gobierno en el primero y el fuerte rechazo social a recortes de subsidios en el segundo.
Argentina no recibe desembolsos desde agosto de 2019 y su estado más importante, Buenos Aires, no pagó un vencimiento de 250 millones de dólares el 26 de enero. Ecuador renovó relación con el fondo tras la reunión de Moreno y Georgieva en Davos, donde acordaron acentuar los aspectos sociales del programa económico “para asegurarnos que las personas más vulnerables estén protegidas”, dijo la directora del fondo.
Georgieva recibirá al ministro Guzmán este 5 de febrero en el Vaticano durante un seminario en el que se prevé también la presencia del Nobel de Economía Joseph Stiglitz, mentor del argentino en materia de deuda.
Bolivia, Brasil y Costa Rica enfrentan retos similares por el aumento de deuda pública y déficits grandes, “aunque sin ajustes sugeridos por el FMI”, observa Fitch, que, no obstante, llama la atención sobre “riesgos de implementación de los planes de consolidación nacional”.
Ya en el caso de soberanos con calificaciones superiores, incluyendo a Colombia, Panamá y Uruguay, la agencia de riesgos analiza que el deterioro fiscal de años recientes “reduce la credibilidad de las políticas”.
Por último, Chile, Perú y Paraguay -aunque registran también deterioros fiscales de diverso grado- “destacan por tener posiciones fiscales iniciales relativamente más fuertes para responder a una desaceleración repentina”. En particular, Chile registra déficits más altos ”para responder al descontento social de 2019 y una actividad económica más débil”.