La normalidad, lentamente, parece estar reestableciéndose en China. Las previsiones, de momento, apuntan a un crecimiento del PIB igual al 1.2% en 2020. Pero, en 2021, el PIB chino podría repuntar hasta el 9.2%. De momento, las ventas de automóviles en Shanghai han aumentado casi un 50% con motivo de la festividad del trabajo, según […]
InternacionalDirigentes Digital
| 11 may 2020
La normalidad, lentamente, parece estar reestableciéndose en China. Las previsiones, de momento, apuntan a un crecimiento del PIB igual al 1.2% en 2020. Pero, en 2021, el PIB chino podría repuntar hasta el 9.2%.
De momento, las ventas de automóviles en Shanghai han aumentado casi un 50% con motivo de la festividad del trabajo, según cifras oficiales. Y las ventas online de electrónica de consumo, en algunas plataformas de e-commerce, también se han incrementado alrededor del 100%. El gobierno chino, según cifras del ministerio de comercio, ha repartido vales de descuento valorados en 2.900 millones de dólares desde el inicio de la crisis. Y esto, según los analistas consultados por DIRIGENTES, solamente tiene un objetivo: estimular el consumo entre una población más conservadora en términos de gasto.
“Son brotes verdes en comparación con los datos negativos conocidos el trimestre anterior”, asevera Ma Yixun, analista financiera independiente, a DIRIGENTES. La inversión en activos fijos, que deberá repuntar en trimestres sucesivos, se desplomó un 16%. El consumo de los hogares, según las últimas encuestas oficiales, ha caído un 8%. Y las exportaciones del primer trimestre, si bien están recuperándose con respecto al desastroso inicio de año, han caído un 6,6%. El PIB sufrió un desplome cercano al 7%. Y el paro repuntó hasta situarse en niveles inusualmente elevados del 5.9%.
Pese a la recesión prevista en Japón, del 5,2%, China o India finalizarán este año con tasas positivas de crecimiento. Los países del sudeste asiático, en su conjunto, también entrarán en una recesión moderada del 0,6%. Pero el desempleo de Asia, en ningún caso, va a superar el 10% en 2020. Por cuenta corriente, considerando el descenso del comercio internacional, países como Malasia, Indonesia o Filipinas van a incrementar su déficit exterior, según previsiones del FMI. Esto, considerando la debilidad estructural de sus divisas, podría generar tensiones con las reservas. Si bien, siendo optimistas, estas naciones están mucho mejor preparadas que antes de la crisis asiática del 98.