La compañía aeronáutica Boeing ha anunciado que en enero suspenderá la producción comercial de su avión 737 MAX, que lleva en tierra desde marzo debido a dos accidentes mortales por un fallo de software. Se trata de la primera vez en dos décadas que la compañía estadounidense deja de fabricar este modelo, el más vendido […]
InternacionalDirigentes Digital
| 17 dic 2019
La compañía aeronáutica Boeing ha anunciado que en enero suspenderá la producción comercial de su avión 737 MAX, que lleva en tierra desde marzo debido a dos accidentes mortales por un fallo de software. Se trata de la primera vez en dos décadas que la compañía estadounidense deja de fabricar este modelo, el más vendido de Boeing a nivel global.
La compañía dijo que la continua incertidumbre sobre el futuro del 737 MAX le ha obligado a hacer un movimiento drástico para detener la producción de este avión y cambiar su enfoque de entregas de aviones que ya ha producido. “Creemos que esta decisión es menos perjudicial para mantener el sistema de producción a largo plazo y la salud de la cadena de suministro”, expresó la empresa en un comunicado.
Boeing, que construye el 737 MAX al sur de Seattle, dijo que no despediría a ninguno de los aproximadamente 12.000 empleados allí durante la congelación de la producción sino que serán asignados temporalmente a otros equipos, aunque la medida podría tener repercusiones en su cadena de suministro global y en la economía de Estados Unidos.
La decisión se ha tomado tras una reunión de dos días de la junta directiva después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) se negara a aprobar el regreso al servicio del modelo 737 MAX antes de 2020 que ha estado en tierra desde marzo después de los dos accidentes mortales, uno en Indonesia y otro en Etiopía, con 346 personas muertas.
Esto supone la profundización de una crisis que ya ha provocado que el avión de mayor venta en todo el mundo de Boeing, haya cosechado unas pérdidas de más de 9.000 millones de dólares hasta el momento, además de que su historial de seguridad sea examinado, los clientes presionen a la compañía por compensaciones económicas y que su relación con la FAA esté bajo tensión.
Desde marzo la compañía aeroespacial continuó produciendo este modelo, ya que esperaba una ‘recertificación’ rápida por parte de los reguladores de las aerolíneas de todo el mundo, y tiene un inventario de aproximadamente 400 de estos aviones almacenados.
La decisión de detener la producción tendrá poco impacto inmediato en las aerolíneas que ya habían parado las entregas pedidas. Muchas se vieron obligadas a cancelar vuelos o a alquilar otros modelos de aviones.
Aún así, Boeing tendrá que pagar miles de millones a los clientes de las aerolíneas para compensarlos por el costo de la conexión a tierra.
Southwest Airlines, el cliente más grande del 737 MAX, dijo la semana pasada que había alcanzado un acuerdo de compensación con Boeing por un impacto proyectado de 830 millones a los ingresos operativos en 2019 desde la conexión a tierra.
La compañía debe seguir trabajado junto a la FAA y los reguladores internacionales para que el modelo 737 sea ‘recertificado’ y pueda regresar al servicio. Boeing no prevé que los problemas sean solucionados a corto plazo. Entre otras cosas aún se debe hacer:
– un vuelo de prueba de certificación con las actualizaciones en el software de control de vuelo y otras revisiones destinadas a agregar capas de protección.
– una evaluación de las necesidades de capacitación de pilotos por una Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas, compuesta por la Junta de Normalización de Vuelo de la FAA y socios de Canadá, Europa y Brasil.
– una revisión independiente de los cambios que Boeing está haciendo en el sistema de control de vuelo del 737 MAX por una Junta Asesora Técnica (TAB) compuesta por expertos de la FAA, la NASA, la Fuerza Aérea y el Centro Volpe, incluidos pilotos de prueba, ingenieros aeroespaciales y científicos principales con experiencia en controles de vuelo, operaciones de vuelo, simuladores, factores humanos, sistemas informáticos y software, estándares de vuelo y seguridad.
– una revisión de la FAA de toda la documentación de diseño final del 737 MAX, que también será revisada por la TAB.
– una notificación de aeronavegabilidad continua de la FAA a la comunidad internacional sobre acciones de seguridad pendientes en el 737 MAX.
– una directiva de aeronavegabilidad de la FAA que detalle los pasos que los operadores de aviones deben tomar con sus flotas 737 MAX.
– los reguladores también tienen que inspeccionar cada avión, lo que aumentará el retraso de su puesta en funcionamiento que Boeing ha retrasado hasta 2021.
“Devolver de forma segura el 737 MAX al servicio es nuestra principal prioridad”, expresó en un comunicado la compañía estadounidense.