Pese a los aranceles norteamericanos contra China, las exportaciones chinas hacia Estados Unidos han seguido creciendo un 9,8% en noviembre. Sin embargo, las exportaciones chinas hacia el resto del mundo se han desacelerado al 5,4%. Algunas firmas manufactureras, para evitar las tasas americanas, están adelantando sus ventas a EE.UU. o bien han optado por encuadrarse […]
InternacionalDirigentes Digital
| 12 dic 2018
Pese a los aranceles norteamericanos contra China, las exportaciones chinas hacia Estados Unidos han seguido creciendo un 9,8% en noviembre. Sin embargo, las exportaciones chinas hacia el resto del mundo se han desacelerado al 5,4%. Algunas firmas manufactureras, para evitar las tasas americanas, están adelantando sus ventas a EE.UU. o bien han optado por encuadrarse en otras categorías exentas de tasas arancelarias. Las importaciones chinas, por otra parte, también se han ralentizado un 3%.
Las exportaciones chinas presentan, desde hace algún tiempo, una clara tendencia bajista. Y todo ello sin tener en cuenta la guerra comercial con Estados Unidos. Las razones, en este sentido, son varias. En primer lugar, un efecto de base estadística, o unas elevadas exportaciones registradas el año anterior. Segundo, las exportaciones chinas también se están frenando debido al enfriamiento de la demanda global. Y, por último, la guerra comercial con Estados Unidos ha reducido las exportaciones de todos los bienes chinos gravados directamente. La devaluación del renminbi, un 10% durante el último año, o los subsidios a las exportaciones, no han sido suficientes para frenar esta desaceleración.
La guerra comercial, además, ha provocado una caída de las exportaciones estadounidenses hacia China del 25%. Y el superávit comercial chino con Estados Unidos, en consecuencia, ha vuelto a alcanzar otro récord: 36 mil millones de dólares. ”China, pese a tener la mitad de sus exportaciones hacia Estados Unidos gravadas con aranceles del 10-25%, está minimizando el impacto”, señanalan desde UBS.
Ahora bien, si EE.UU. subiera sus aranceles a todas las exportaciones procedentes de China, ello podría costar hasta dos puntos al PIB chino, según estas mismas estimaciones. Es decir, el peor de los escenarios sitúa a China con un crecimiento económico del 5,5% en 2019, lo cual ocurriría si EE.UU. elevase todas las tasas arancelarias al 25%. De momento, ambas partes se han dado tres meses para negociar, por lo que nadie espera un impacto significativo sobre las exportaciones chinas, al menos, hasta pasado marzo.