Brasil aprobó el 24 de octubre una reforma a su sistema de pensiones considerada crucial para atacar el desequilibrio en las cuentas públicas, ahorrar cerca de 198.000 millones de euros hasta 2030 y atender a una población creciente en edad de jubilarse. Mientras en Argentina se torna ahora improbable una reforma como la brasileña dado […]
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| 28 oct 2019
Brasil aprobó el 24 de octubre una reforma a su sistema de pensiones considerada crucial para atacar el desequilibrio en las cuentas públicas, ahorrar cerca de 198.000 millones de euros hasta 2030 y atender a una población creciente en edad de jubilarse.
Mientras en Argentina se torna ahora improbable una reforma como la brasileña dado el triunfo electoral del candidato Alberto Fernández, otro país donde especialistas y gobierno estudian un nuevo régimen de pensiones es Colombia.
Aunque no existe aún un proyecto definido para enviar al Congreso, los ministerios de Hacienda, de Trabajo y de Planeación dijeron que una comisión interdisciplinaria “trabaja desde hace más de un año” para preparar “una reforma de protección a la vejez”.
El Gobierno “mantendrá los tres pilares con los que se ha comprometido: no afectar los derechos adquiridos, no aumentar la edad de pensión y hacer más redistributivo y equitativo el sistema para los más vulnerables”, señala un comunicado oficial emitido el 15 de octubre.
Las autoridades respondieron de esa manera a versiones según las cuales el proyecto mantendría la edad de retiro (57 y 62 años, para mujeres y hombres, respectivamente) y el período de aportes, al tiempo que aumentaría el pago mensual que hacen los cotizantes.
Los trabajadores pasarían a aportar 20% de sus ingresos (hoy es 16%, de los cuales el trabajador paga 2% y la empresa 14%). Al subir a 20%, la empresa asumiría 16%, según fuentes citadas por el diario Portfolio, pero no confirmadas por la comisión.
“Nadie en edad de jubilarse va a quedar sin recursos. Hoy el 75% carece de ayuda. Lo que queremos es que 100% la tenga, por eso se llama protección a la vejez”, dijo el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, que también negó la eliminación de Colpensiones (el sistema actual).
Los recursos extra apuntarían a darle mayor liquidez al sistema y contribuir a que los ahorros de las personas sean mayores en un país donde, según datos oficiales, sólo una de cada cinco personas mayores de 65 años se pensiona.
“Cerca de dos tercios de la población (en la tercera edad) no dispone de ningún tipo de pensión, mientras que su prestación social mínima está por debajo de la línea de pobreza”, puntualizó la OCDE en 2015 (Estudio Económico de Colombia 2015, Bogotá).
La observación estaba relacionada con la recomendación de reformar el sistema de pensiones “para reducir la desigualdad y la pobreza en la tercera edad”, una de las prioridades para el ingreso de ese país a la organización.