A lo largo de los años, los Países Bajos ha adquirido la reputación de actuar de manera similar a un paraíso fiscal. Esta categorización del país noreuropeo ha ganado relevancia la última semana con el anuncio de Ferrovial de trasladar su sede fiscal allí. Por este motivo el país fue conocido, junto con Irlanda, por […]
InternacionalDirigentes Digital
| 09 mar 2023
A lo largo de los años, los Países Bajos ha adquirido la reputación de actuar de manera similar a un paraíso fiscal. Esta categorización del país noreuropeo ha ganado relevancia la última semana con el anuncio de Ferrovial de trasladar su sede fiscal allí.
Por este motivo el país fue conocido, junto con Irlanda, por ser el medio a través el cual muchas compañías abarataban su factura fiscal, una estrategia que fue bautizada como el "Doble Sándwich Holandés Irlandés". A través de esta vía, gigantes como Google han trasladado las ganancias a través de Irlanda y los Países Bajos a paraísos fiscales, como las Bermudas.
Así, Países Bajos es usado como conducto que ayuda a canalizar las ganancias de los países con altos impuestos a los paraísos fiscales. En particular, las SPV (Entidades de Propósito Especial, por sus siglas en inglés) holandesas obtienen ingresos, a menudo como pagos de intereses y regalías, y los transfieren -libres de impuestos- a paraísos fiscales.
La estrategia principal que han utilizado durante mucho tiempo las empresas multinacionales para este traslado de beneficios es el cambio de deuda. En lugar de invertir acciones no deducibles directamente en filiales establecidas en territorios con impuestos altos, colocan las acciones en un banco con sede en un paraíso fiscal. Este transfiere el capital como préstamos a otras organizaciones relacionadas. A través de esta estrategia, la empresa genera deducciones fiscales en países con impuestos altos y, a su vez, paga pocos impuestos sobre los ingresos por intereses recibidos en el paraíso fiscal.
Otro mecanismo recurrido consiste en fijar precios erróneos en el comercio intraempresarial para alterar las ganancias de las filiales de países con una alta fiscalidad y derivarlas a otras con impuestos más bajos. Esta práctica se suele usar para valores intangibles específicos de la empresa, como puede ser el algoritmo de búsqueda de Google. Como su verdadero valor es difícil de determinar para las autoridades fiscales, las multinacionales pueden cobrar de más los pagos de royalties por el uso de estos intangibles en países con impuestos altos. De esa manera, las ganancias de los países con impuestos altos finalmente se registran en paraísos fiscales donde residen los propietarios finales de los intangibles, y apenas pagan tributos.
Debido a la presión internacional se han ido introduciendo cambios regulatorios sustanciales. En concreto, desde 2021, se aplica un impuesto de retención, igual a la tasa impositiva corporativa holandesa, sobre los pagos de intereses y royalties con destino final a países incluidos en la lista negra, confeccionada por la Unión Europea y que incluye a países con una tasa impositiva inferior al 9%. Este tributo se ha ideado para frenar cualquier movimiento a través de los Países Bajos.
Pese a los cambios realizados, el último informe del ITEP (Instituto de Fiscalidad y Política Económica, por sus siglas en inglés) revela que Países Bajos sigue siendo el destino preferido de los patrimonios incluidos en la lista Fortune 500.