En tiempos de crisis se agradece la cabeza organizada de los alemanes y su manía de planificar y organizar todo al detalle. Con alrededor de 20 personas, tiene una cifra muy baja de muertos a causa del coronavirus lo que es debido a su gran densidad de hospitales públicos y su amplia capacidad en cuidados intensivos. […]
InternacionalDirigentes Digital
| 15 mar 2020
En tiempos de crisis se agradece la cabeza organizada de los alemanes y su manía de planificar y organizar todo al detalle. Con alrededor de 20 personas, tiene una cifra muy baja de muertos a causa del coronavirus lo que es debido a su gran densidad de hospitales públicos y su amplia capacidad en cuidados intensivos. También está mucho mejor preparada para ayudar a su economía en estos momentos difíciles. Ya existen oficinas funcionando dirigidas a todas estas empresas pequeñas y medianas que sufren la crisis. Además, el Gobierno ha anunciado que hay suficiente dinero para ayudar todavía más en los próximos meses por los cierres parciales de aeropuertos, restaurantes y comercios. Para evitar despedidos el parlamento ha decidido por unanimidad facilitar la jornada reducida para las empresas que están en riesgo debido a la crisis del coronavirus. Los trabajadores temporales y los empleadores recibirán un reembolso por las cotizaciones sociales. Gracias a una política de austeridad, a pesar de la presión internacional de invertir en infraestructuras y estimular el consumo interno, el Gobierno alemán tiene ahora margen de maniobra para ayudar a las víctimas de esta crisis sanitaria. Sin embargo, a España le queda muy poco margen. Las multibillonarias inversiones del arca público alemán en la investigación, más que el 3% de su PIB, valen ahora oro. España, sin embargo, sigue estando por debajo de la media de la Unión Europea (2% del PIB) en inversión en investigación y desarrollo.
Esperanza “made in Germany”
La empresa alemana CureVac era conocida hasta el domingo solo por un círculo manejable de médicos e inversores. Con sede en Tübingen, en el sur de Alemania, CureVac se especializa en la investigación y el desarrollo de medicamentos basados en la molécula mensajera ARN mensajero (ARNm). En 2000 fue fundada en la Universidad y ahora la conoce todo el mundo, porque está trabajando en colaboración con el Instituto Paul Ehrlich en una vacuna contra el nuevo virus corona. No solo el gobierno federal parece estar interesado en los resultados de la investigación, para ayudar a todos como aseguran, también el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Según fuentes, quería asegurar los derechos exclusivos de la posible vacuna, como cuenta el periódico alemán “Welt am Sonntag”. Se dice que Trump habría ofrecido a los científicos alemanes altas subvenciones financieras para hacer que el medicamiento fuera accesible para su país. Se habló de mil millones de dólares (897 millones de euros) para tener derechos exclusivos. Para evitar esto, parece que representantes del gobierno federal ahora están negociando con CureVac. “Estamos muy interesados en el hecho de que las vacunas y sustancias activas contra el nuevo coronavirus también se están desarrollando en Alemania y Europa y para todos”, confirmó un portavoz del Ministerio de Salud del periódico. Todo el país se escandaliza por las supuestas intenciones de Trump de tener la vacuna primero para los americanos.
Trump intenta salvar su piel
Con sus intenciones el presidente americano también intenta salvarse a si mismo por la mala gestión de la crisis del Covid-19 hasta ahora. El país ha empezado demasiado tarde a aplicar pruebas de coronavirus y se dice que la cifra de infectados es mucho más alta que los 3000 actuales. Mientras tanto en CureVac ha cambiado el management, para garantizar que se quede en manos de los creadores. El fundador y presidente de la Junta de Supervisión de la compañía, Ingmar Hoerr, sigue al antiguo CEO Daniel Menichella quien se reunió recientemente con Trump para discutir la lucha contra la crisis del coronavirus en los Estados Unidos. La compañía atrajo ya la atención hace varios años cuando el fundador de Microsoft, Bill Gates, invirtió sumas sustanciales en varios de los programas de la compañía desde 2015 a través de su Fundación Bill y Melinda Gates. Pero el principal patrocinador de CureVac es otro destacado multimillonario, en este caso alemán – el fundador de SAP, Dietmar Hopp, que ya aportó alrededor de 80 millones de euros. En una nota de prensa Hopp deja claro: “Nuestras inversiones se hacen para ayudar a todos”. Así, todo indica que “America first”, no funcionará a Trump en esta crisis de Covid-19.