“El país exige respeto. La vida necesita ciencia y buen gobierno”. Tal es el título de un documento que firmaron 500 economistas, banqueros, exministros y empresarios para pedirle a las autoridades de Brasil un plan urgente contra la pandemia. Este miércoles (24), la marca de muertes llegó a 300.000 personas, haciendo de este país el […]
InternacionalDirigentes Digital
| 25 mar 2021
“El país exige respeto. La vida necesita ciencia y buen gobierno”. Tal es el título de un documento que firmaron 500 economistas, banqueros, exministros y empresarios para pedirle a las autoridades de Brasil un plan urgente contra la pandemia. Este miércoles (24), la marca de muertes llegó a 300.000 personas, haciendo de este país el epicentro global de la pandemia.
Vacunación más rápida, distribución gratuita de mascarillas, campaña oficial de incentivo al distanciamiento social y coordinación nacional son las acciones inmediatas que enumeran los firmantes, representantes de un amplio arco del pensamiento político, alegando una serie de consecuencias económicas y sociales para el caso de no adoptarlas.
A más de un año de iniciada la pandemia y después de una ruidosa manifestación en su contra la noche del martes (23) en diversas ciudades, el presidente Bolsonaro presentó este miércoles un “comité contra el covid” formado por representantes de los tres poderes y gobernadores, además del nuevo ministro de Salud (el cuarto), Marcelo Queiroga.
“Las vacunas son relativamente baratas frente al coste que la pandemia le causa a la sociedad”, argumentan los economistas que firman la carta, en alusión al precio estimado en 3.350 millones de euros para comprar todos los inmunizantes, que representa menos del 7% de los 50.000 millones de euros que el Gobierno destinó a las ayudas sociales en 2020.
Con una contracción del PIB que fue de -4,1% el año pasado y el paro actual en 14% (algo más de 14 millones de personas sin trabajo), los autores prevén una caída de la actividad económica también en el primer trimestre de este año, observando “consecuencias sociales nefastas” que no serán superadas “sin una actuación competente del Gobierno”.
Tras recordar que en 1992 Brasil vacunó 48 millones de niños en un mes contra el sarampión y que ahora, siguiendo el ritmo actual, serían necesarios más de tres años para inmunizar a toda la población, el documento calcula que cada euro gastado en vacunas tiene un potencial de retorno de seis veces en beneficios.
Tal cálculo les conduce a inferir que el Gobierno “utiliza mal los recursos debido a que ignora o desprecia la evidencia científica para luchar contra la pandemia”. Así, argumentan, la controversia entre salvar vidas y asegurar el trabajo de la población vulnerable es “un falso dilema” que se resuelve con confinamientos graduales.
Como resultado de ese razonamiento, observan que será necesario mantener las ayudas mientras dure la pandemia al tiempo que “urge una reforma para proveer de seguro a los informales” siguiendo principios de Responsabilidad Social, además de apoyar a las pymes y emprendedores en un escenario en el que la deuda de los pequeños negocios creció 34,7%.
A continuación, el documento presenta sugerencias prácticas, inclusive destinadas a líderes que influencian “para bien y para mal”, además de orientaciones para la educación (“las escuelas deben ser las últimas en cerrar”, dicen) y caracterizan la acción del “ mayor líder político nacional” (Bolsonaro) como típicamente negacionista: “desprecio por la ciencia, elogio de remedios dudosos, estímulo a las aglomeraciones y flirteo con movimientos antivacunas”.
La lista de firmantes incluye exministros de Hacienda (Maílson da Nóbrega, Marcílio Marques Moreira, Pedro Malan y Rubens Ricupero), expresidentes del Banco Central (Afonso Celso Pastore, Armínio Fraga, Gustavo Loyola, Ilan Goldfajn y Pérsio Arida), además de académicos y economistas de renombre en el debate público local.