Hasta el momento, los aranceles afectan a bienes chinos valorados en 250 mil millones de dólares, tras la notable subida del lunes. China, por su parte, solamente ha podido gravar 110 mil millones de dólares en bienes norteamericanos. Por ahora, es la principal perdedora del conflicto comercial con Estados Unidos, al menos nominalmente. “Si no […]
InternacionalDirigentes Digital
| 25 sep 2018
Hasta el momento, los aranceles afectan a bienes chinos valorados en 250 mil millones de dólares, tras la notable subida del lunes. China, por su parte, solamente ha podido gravar 110 mil millones de dólares en bienes norteamericanos. Por ahora, es la principal perdedora del conflicto comercial con Estados Unidos, al menos nominalmente.
“Si no podemos exportar hacia Estados Unidos, dado que tenemos bastante limitadas nuestras operaciones en China, retornaremos la producción a Europa”, confiesan varias firmas del sector de las energías renovables. Esto, entre otras cosas, serviría para incrementar variables como empleo e inversión dentro de la UE. China, sin embargo, podría dar un golpe de efecto en las próximas semanas, abriendo su mercado a varios bienes del viejo continente. Sería como un arancel inverso, que beneficiaría a los competidores de Estados Unidos en China. “Las automovilísticas o firmas aeronáuticas europeas, entre otras, pueden cubrir el hueco dejado por Estados Unidos en China. La facturación ascendería a 40 mil millones de dólares, pero alcanzaría el doble al sustituir las exportaciones chinas en Estados Unidos”, señalan desde Natixis. Ahora bien, si Estados Unidos exige a la Unión Europea abandonar su neutralidad hacia China, el daño al gigante asiático sería notable. Sea como fuere, si China reduce sus aranceles sobre los competidores europeos de Estados Unidos, gana la Unión Europea. Y si, finalmente, los bienes chinos son sustituidos por productos europeos en Estados Unidos, también sería positivo para la UE.
UN MAL SÍNTOMA
El cambio USD / CNY, uno de los causantes del actual conflicto comercial, podría estar indicando que la guerra va para largo. Un Yuan se cambia, en estos momentos, por 0,15 dólares; el valor más bajo desde la crisis de 2008 ¿Está China devaluando el Yuan, o frenando su apreciación natural, para contrarrestar la menor competitividad derivada de los aranceles? Evidentemente, además del débil contexto económico, Pekín no tiene intención de apostar por un Yuan fuerte mientras sigan subiendo los aranceles en Estados Unidos. Todo esto, claro, va a seguir distorsionando las cadenas globales de suministro. Los desequilibrios económicos a escala global van a persistir. Y los consumidores, fundamentalmente en Estados Unidos, deberán acostumbrarse a unos bienes más caros. China, dicho todo lo cual, no espera poder negociar una desescalada del conflicto comercial con Estados Unidos, al menos, hasta pasadas las elecciones de 2020.