Ante las acusaciones de Trump sobre la laxitud de los europeos a la hora de destinar dinero a su defensa colectiva, en perjuicio del contribuyente norteamericano, siete países de la UE destinarán a esa partida el 2% de su PIB este 2018. Europa empieza a cumplir con el pacto sobre gasto militar realizado en 2014 […]
InternacionalDirigentes Digital
| 11 jul 2018
Ante las acusaciones de Trump sobre la laxitud de los europeos a la hora de destinar dinero a su defensa colectiva, en perjuicio del contribuyente norteamericano, siete países de la UE destinarán a esa partida el 2% de su PIB este 2018. Europa empieza a cumplir con el pacto sobre gasto militar realizado en 2014 en la OTAN.
Los últimos datos de la Alianza Atlántica, publicados un día antes de la llegada del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la Cumbre de este miércoles en Bruselas, ofrecen un repunte significativo de los presupuestos europeos de Defensa respeto a hace cuatro años. Permanecieron congelados o sufrieron importantes recortes, cerca de 30.000 millones de dólares entre 2008 y 2014, durante los peores años de la crisis, pero en el segundo lustro de esta década experimentan un crecimiento significativo. Mientras el presupuesto del Pentágono permanece estable, cuatro países más de la UE cumplen con el compromiso adquirido entonces con Barack Obama.
Estados Unidos mantiene su liderazgo en el ránking militar de la OTAN con un 3,5% de su presupuesto destinado a defensa. Dentro del pelotón de países tradicionalmente cumplidores le siguen Grecia, Estonia y Reino Unido, todas por encima del 2%. Polonia roza también ese límite. Los nuevos aprobados son Letonia, Lituania y Rumanía, todos miembros de la UE, que rozarán ese 2% gracias a nuevas inversiones comprometidas.
El crecimiento del gasto militar europeo, incorporando a socios no comunitarios como Turquía o Noruega, ha crecido anualmente en los últimos ejercicios más de un 3%, rozando el 5%en el último. Washington sigue aportando 6 de cada 10 dólares del gasto militar en el conjunto de la OTAN, pero es un 10% menos que al inicio de la década. Europa, no sólo la UE, y Canadá invertirán más de 300.000 millones de dólares en sus presupuestos de defensa durante este 2018 y Estados Unidos el doble que sus socios de la Alianza Atlántica, más de 620.000 millones de dólares.
El equipamiento militar es una partida dentro del presupuesto militar clave para la OTAN porque le permite determinar las verdaderas capacidades bélicas de un país. Y aquí de nuevo se aprecia la voluntad europea, con un gasto aumentando a pasos agigantados en todo el bloque del este y una tendencia al alza en conjunto. La seguridad tiene una importancia creciente en el viejo continente. Según los datos de la propia Alianza Atlántica, en las repúblicas bálticas y en grandes economías de la zona euro como los Países Bajos, Italia o España la partida del equipamiento militar crece considerablemente. La española lo hace más de ocho puntos en los últimos cuatro años y la holandesa más de 10.
Las dudas con el compromiso europeo
A Europa le queda un camino largo para cumplir con las orientaciones sobre el total del gasto militar pactadas en la OTAN, una exigencia que enarbola Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca. “Los países de la OTAN deben pagar más y los Estados Unidos menos”, exigió el norteamericano justo antes de montarse en el Air Force One camino de Bruselas, como si el presupuesto de defensa de cada socio de la Alianza fuese a unas arcas comunes para gestionar la defensa atlántica.
Europa combate la imprecisión de estas acusaciones al tiempo que ahora puede demostrar a la administración norteamericana, con las últimas cifras en la manoa, que va cumpliendo. Frente a las críticas de que Estados Unidos es el escudo de la defensa del viejo continente y el baluarte de su seguridad, el mensaje que sale desde Bruselas es que el gasto militar europeo, aun siendo menor, también refuerza la seguridad norteamericana. “Querido Presidente Trump, América no tiene ni tendrá un mejor aliado que Europa. Hoy Europa invierte en defensa mucho más que Rusia y tanto como China”, declaró públicamente el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, este martes delante del jefe de la OTAN. “Y creo que no tendrá ninguna duda, señor Presidente, que es una inversión en la defensa y seguridad americana y europea. Algo que no se puede decir con confianza sobre el gasto de Rusia o China”.
La llegada de nuevos gobiernos en España e Italia ha puesto en alerta no a Trump pero sí a los dirigentes de la OTAN, temerosos de que no cumplan por sus mensajes sobre el control del gasto y la sostenibilidad presupuestaria, el primero, y la agenda de nuevas prioridades nacionales que traen los italianos del Movimiento 5 Estrellas y la Liga. Hace unos días, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, estuvo en Madrid para mantener su primer encuentro con el presidente Pedro Sánchez y conocer, de primera mano, los planes del gobierno sobre los compromisos del anterior ejecutivo de aumentar progresivamente el presupuesto de defensa hasta 2024.
El nuevo gobierno socialista no subirá el presupuesto en defensa para alcanzar el 2% que exigen la OTAN y Trump y en un mensaje similar al que sale desde la capital humanitaria, el presidente Sánchez defiende que España es un “aliado firme y comprometido con la seguridad euroatlántica”, cuya contribución debe medirse también por su disponibilidad para participar en misiones internacionales de paz y seguridad y la capacidad de usar sus medios militares.
Por si estos argumentos, o los de Tusk, no fuesen suficientes para aplacar la ira trumpiana, el propio Stoltenberg reconoce que no sólo las cifras de este 2018 son esperanzadoras, sino que los socios europeos y Canadá invertirán desde ahora y hasta 2024 unos 266.000 millones de dólares extra en Defensa.