Los principales candidatos a la presidencia de Brasil 2023-2027, el actual presidente Jair Bolsonaro y el expresidente Lula da Silva, se enfrentarán cara a cara en octubre buscando atraer votos para la nueva contienda electoral que disputarán a fin de mes tras no lograr un número suficiente este domingo (2). En esta primera vuelta, Lula […]
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| 04 oct 2022
Los principales candidatos a la presidencia de Brasil 2023-2027, el actual presidente Jair Bolsonaro y el expresidente Lula da Silva, se enfrentarán cara a cara en octubre buscando atraer votos para la nueva contienda electoral que disputarán a fin de mes tras no lograr un número suficiente este domingo (2).
En esta primera vuelta, Lula obtuvo un 48,43% de los 123,7 millones de votos computados y Bolsonaro un 43,20%, diferencia notoria respecto del 52% y 31%, respectivamente, que pronosticaban, en promedio, las encuestas de intención de voto. Aún así, los números son impresionantes: 57,2 y 51 millones, respectivamente.
Tercera vía y ausentes
La clave para su elección estará ahora en la llamada “tercera vía”, representada por la centroderechista Simone Tebet (4,16%) y el centroizquierdista Ciro Gomes (3,04%), ambos con algo más de 8,5 millones de votos obtenidos.
Además de ellos, otra fuente donde Lula y Bolsonaro buscarán obtener apoyos es entre quienes no fueron a votar esta vez: 32,7 millones de personas, una abstención récord del 20,95%, de acuerdo con datos certificados por el Tribunal Electoral.
A pocos días de realizarse la elección más grande de Sudamérica, con más de 156 millones de electores habilitados, las encuestadoras indicaban que 81% ya habían decidido su voto, mientras que un 11% afirmaba que podrían cambiar su voto en favor de quien estuviera liderando las preferencias.
Comunicación
Una vez realizada la votación, este lunes (3), tanto Lula como Bolsonaro ya estaban dedicados a seducir a esos sectores de votantes, caracterizados como mayoritariamente mujeres y pobres, además de estar buscando eventuales alianzas con los candidatos que quedaron fuera de competición.
Después de considerar que no había conseguido “comunicarse bien con los más pobres”, Bolsonaro dijo que, si gana la elección, pagará una mensualidad extra a las familias lideradas por mujeres. Hoy esa suma es de 115 euros y en julio llegaba a 167 millones de familias, representando un costo aproximado de 19.220 millones de euros.
Por su parte, Lula también se concentró en la economía para intentar convencer al mismo sector a que vote en su nombre el 30 de octubre. El expresidente señala en sus discursos: “ustedes saben que el país está peor, la economía mal y la calidad de vida también. Necesitamos recuperar este país”.
Por último, el Congreso que surgió de las urnas será clave, tanto positiva como negativamente, para quien resulte electo presidente: si es Bolsonaro, lo tendrá a favor por ser de mayoría conservadora; si es Lula, lo tendrá en contra, por el mismo motivo.