Tras las primeras horas, el peso se volatilizó siguiendo la caída general de las bolsas por el efecto adicional de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, señalaron fuentes, entre ellas Bloomberg. “Creemos que el TC (tipo de cambio) pueda seguir oscilando entre 19.70 -20.30 pesos por dólar, después de las elecciones, pero esto […]
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| 02 jul 2018
Tras las primeras horas, el peso se volatilizó siguiendo la caída general de las bolsas por el efecto adicional de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, señalaron fuentes, entre ellas Bloomberg.
“Creemos que el TC (tipo de cambio) pueda seguir oscilando entre 19.70 -20.30 pesos por dólar, después de las elecciones, pero esto también dependerá de lo que diga el virtual presidente en relación a las finanzas públicas de México y las relaciones comerciales con Estados Unidos”, señaló Gabriela Siller, directora de análisis de Banorte-Ixe, citada por el diario El Financiero.
El alza que la moneda local venía mostrando respecto del dólar en los días previos a la elección presidencial en México se acentúo en un 0,47% en las primeras operaciones internacionales posteriores a la votación, reportaron agencias financieras en las primeras horas de este lunes 2 de julio.
De esta manera, el triunfo del representante de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional, partido de izquierdas fundado en 2011) contraría -al menos en un primer momento- las proyecciones que sugerían un hundimiento de la segunda economía más grande de América Latina, después de Brasil, si su victoria se tornarse un hecho.
BBVA, Meliá Hotels, Siemens Gamesa, Santander, Telefónica, Mapfre y Enagás son algunas de las empresas españolas que actúan en este país, vecino y socio de Estados Unidos en el Tratado de Libre de Comercio del Atlántico Norte (Nafta, por su sigla en inglés), uno de los pilares de su economía y actualmente en revisión.
López Obrador debe asumir la presidencia el 1 de diciembre y tendrá mandato por seis años, sin derecho a reelección. En su primer discurso oficial, el mandatario electo llamó “a la reconciliación” y afirmó que “se respetará la autonomía del Banco de México”, ”se mantendrá disciplina financiera y fiscal” y “se reconocerán los compromisos asumidos”.
“Quiero mucho trabajar con él. ¡Hay mucho por hacer que beneficiará tanto a los Estados Unidos como a México!”, dijo Donald Trump en su cuenta de Twitter, en las primeras horas de este lunes.
Parecido y diferente
López Obrador es un político en el que analistas han visto elementos en común con otros dos expresidentes latinoamericanos: el brasileño Lula da Silva y el venezolano Hugo Chávez, comparaciones que, a su vez, han generado efectos disímiles en el mercado mexicano.
Mientras que su filiación de izquierdas ha provocado inquietudes, principalmente al ser comparado con Chávez, el tono “centrista” que adoptó en el tramo final de su campaña hizo que el mexica fuera considerado un émulo del brasileño, minimizando así los temores.
Al igual que el sudamericano, Obrador perdió dos elecciones presidenciales (2006 y 2012) antes de conquistar la primera magistratura; trae un plan de desarrollo que cuestiona el modelo liberal y se posiciona como un gestor de conciliación, de “paz y amor”, como el Lula de 2002.
También como el político tropical, hoy preso por cargos de corrupción e impedido de actuar públicamente, el mexicano forjó una alianza con sectores antagónicos, hecho este que, más allá de su simpatía por el “socialismo del siglo XXI”, genera aprensiones sobre su Gobierno.
Primeras reacciones
En cualquier caso, el triunfo de Obrador -considerado un “voto en favor del cambio” por el New York Times en su edición web de este lunes fue asumido también por políticos y formadores de opinión en sus redes sociales como “un nuevo capítulo” en la historia de México.
Los rivales de Obrador, ampliamente conocido en redes sociales como #AMLO, saludaron al vencedor cuando aún no se habían publicado los datos oficiales de su victoria. “Reconozco su triunfo y lo felicito. Le deseo el máximo éxito por el bien de México”, dijo Ricardo Anaya (PAN, derecha), ubicado en segundo lugar. Otro tanto hicieron José Antonio Meade (PRI, oficialista) y Jaime Rodríguez Calderón (independiente).
Ha sido el ejercicio electoral “más grande de nuestra historia” y se ha desarrollado “de manera exitosa y en calma”, dijo Lorenzo Córdova, presidente del INE (Instituto Nacional Electoral), al cerrarse las urnas, calificando a la jornada de una “Fiesta de la democracia”.
Fueron convocados 89 millones de ciudadanos para votar bajo el escrutinio de 32.000 observadores. La elección renueva el Parlamento (500 diputados y 128 senadores), además de ocho gobernadores y el alcalde de la capital del país, Ciudad de México, de la que el ahora presidente fue alcalde en 2005.