Donald Trump ha comunicado que Estados Unidos se une a la decisión de más de 40 países y también suspende los vuelos operados en su territorio por los modelos 737 MAX 8 y 9 de Boeing debido a las preocupaciones sobre seguridad de los mismos tras el accidente del pasado domingo en Etiopía que acabó […]
InternacionalDirigentes Digital
| 14 mar 2019
Donald Trump ha comunicado que Estados Unidos se une a la decisión de más de 40 países y también suspende los vuelos operados en su territorio por los modelos 737 MAX 8 y 9 de Boeing debido a las preocupaciones sobre seguridad de los mismos tras el accidente del pasado domingo en Etiopía que acabó con la vida de 157 personas.
Trump dijo que habló con el director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, con la secretaria de Transporte del Gobierno, Elaine Chao, y con el jefe interino de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), Daniel Elwell, sobre la decisión. “Todos están de acuerdo con la acción. Cualquier avión que se encuentre actualmente en el aire irá a su destino y, posteriormente se mantendrá en tierra hasta nuevo aviso”, explicó Trump a periodistas en la Casa Blanca. El presidente agregó que tanto los pilotos como las aerolíneas “han sido notificados y están de acuerdo”. “La seguridad de los estadounidenses y de todas las personas son nuestra principal preocupación”, añadió Trump.
La decisión se tomó después de los nuevos detalles sobre el accidente de Ethiopian Airlines recogidos por la Administración Federal de Aviación estadounidense que quiere evitar así otro posible desastre. Parece que los datos recogidos por los satélites sugirieron similitudes con el accidente aéreo ocurrido en Indonesia hace 5 meses, que fue operado con el mismo modelo de Boeing, y que mató a 189 personas.
“La agencia tomó esta decisión como resultado del proceso de recopilación de datos y una nueva evidencia recogida en el lugar del accidente y recién analizada”, explicaba la FAA en un comunicado.
La medida de la puesta a tierra de estas aeronaves fue acogida con optimismo por los trabajadores aéreos de Estados Unidos. John Samuelsen, presidente internacional de la Unión de Trabajadores del Transporte de América, que representa a los trabajadores de la aviación y azafatas en el país, dijo que se trata de una “medida correcta tanto para los viajeros como para los trabajadores de la aviación”.
Las compañías aéreas han comenzado a cancelar vuelos del modelo 737 MAX y están intentando reasignar aviones para sus clientes tras la orden del Gobierno.
Las aerolíneas estadounidenses que operan el 737 MAX son American Airlines, Southwest Airlines y United Airlines. Southwest es el mayor operador del 737 MAX 8 del mundo con 34 jets, mientras que American vuela con 24 MAX 8 y United con 14 MAX 9 (con los que suele atender alrededor de 40 vuelos por día). Todas estas compañías recientemente agregaron nuevos aviones de este modelo a sus flotas y tienen más pedidos de los mismos.
Por su parte, Boeing dijo que recomendaba la suspensión temporal de las operaciones de toda su flota mundial del 737 MAX después de hablar con los reguladores de aviación de EE.UU. como “precaución”, a la vez que ratificaba su “plena confianza” en la seguridad del modelo.
“Boeing ha decidido, por precaución y para tranquilizar al público sobre la seguridad de la aeronave, seguir la recomendación de la FAA y suspender temporalmente las operaciones de toda la flota global del 737 MAX, un total de 371 aviones”, explicaba el CEO Dennis Muilenburg en un comunicado. “Estamos haciendo todo lo posible para comprender la causa de los accidentes y estamos colaborando con los investigadores, y tratamos de implementar mejoras en la seguridad y ayudar a garantizar que esto no vuelva a suceder”, continuaba Muilenburg.
Se trata de la segunda vez que la FAA detuvo los vuelos de un avión Boeing en seis años. Ya había dejado en tierra el 787 Dreamliner en 2013 debido a numerosas averías en varias unidades.
El mayor fabricante de aviones del mundo se enfrenta a su crisis más grave en años, ya que el programa 737 MAX era una de sus fuentes de efectivo y ganancias “más confiable”, y ahora ha sufrido un duro golpe para su prestigio.
Las acciones de la compañía con sede en Seattle cayeron más del 3% cuando se hizo el anuncio de la FAA y desde el accidente del domingo las acciones de Boeing han perdido 27.000 millones de dólares en valor de mercado.