Angela Merkel es una persona no muy bien vista en Grecia. Ella simboliza para los griegos la política de austeridad y por ello para muchos griegos es la culpable de todos sus malos. A raíz de la crisis financiera griega, la relación greco-alemana empeoró considerablemente volviendo a estereotipos de la segunda guerra mundial y la […]
InternacionalDirigentes Digital
| 10 jul 2019
Angela Merkel es una persona no muy bien vista en Grecia. Ella simboliza para los griegos la política de austeridad y por ello para muchos griegos es la culpable de todos sus malos. A raíz de la crisis financiera griega, la relación greco-alemana empeoró considerablemente volviendo a estereotipos de la segunda guerra mundial y la ocupación por Hitler. Una situación especialmente grave para los más de 300,000 griegos viviendo actualmente en Alemania. Pero todos que creen que un posible nuevo Gobierno griego o la dimisión de Merkel salvará a Grecia están equivocados. Aunque el nuevo primer ministro Kyriakos Mitsotakis dice después de su mayoría absoluta en las urnas que “la gente nos ha dado un fuerte mandato para cambiar el país”, está claro que clave la tienen los propios griegos. Los empresarios tienen que cambiar su cultura de trabajar y planificar, como se ha hecho en España y se está todavía haciendo. Menos créditos, más ahorro, más visión, menos corrupción y fraude y más disciplina fiscal. Los cambios en estructuras de trabajo y administración pública para lograr más eficiencia se deben llevar a cabo con prisa y sin orgullo, sino con mucho patriotismo.
Es un triste hecho que el ingreso disponible de los hogares griegos se redujo en casi un 40% entre 2008 y 2013. Pero lo que hace falta es en primer lugar un análisis detallada del nuevo primer ministro porque se ha producido esta crisis. Hay que hacer autocrítica antes de caer en otro populismo contra Alemania y la UE. Según S&P Global Ratings el nuevo partido en poder, el centro-derecha Nueva Democracia, podría impulsar el potencial de crecimiento económico de Grecia y aliviar los desafíos socioeconómicos pendientes. Pero tendrá que lidiar con las implicaciones presupuestarias, para cumplir con la meta de superávit del 3.5% del PIB de este año. Además, la ejecución del presupuesto para 2019 podría verse obstaculizada por fallos judiciales pendientes sobre decisiones anteriores del gobierno sobre salarios del sector público, así como sobre las reformas de los sistemas de pensiones.
No los políticos los griegos tienen que cambiar su país
Desde 2010, el país ha recibido préstamos por un total de 280 mil millones de euros de sus socios del euro y del Fondo Monetario Internacional, lo que ha llevado la deuda pública a más del 170% de la producción económica – la más alta de la zona euro. Lo mismo se aplica a la tasa de desempleo del 18%. Y no es solo la culpa de último primer ministro Alexis Tsipras. Similar a Donald Trump Mitsotakis ha anunciado que Grecia será grande otra vez y que quiere reducir impuestos. Pero en primer lugar Grecia no ha sido grande y fuerte en mucho tiempo, tampoco antes de la entrada en la UE en 1981. Además, con Mitsotakis hay que temer más bien que el país volverá a estar en lo mismo: nepotismo y corrupción, con la que Alexis Tsipras quería acabar. El nuevo primer ministro es de las tres grandes familias que han influido siempre en la política en Grecia durante generaciones junto con los Papandreou y Karamanlis.
El director de cine Jorgo Papavassiliou que escribe en un periódico alemán que con este nuevo escenario político su país tiene que “enfrentarse con la amarga realidad”. Pero como muchos de sus compatriotas espera ahora del nuevo primer ministro algo como un milagro, pero reconoce que los griegos como sociedad tienen que empezar a pensar y actuar en favor de un estado moderno y transparente y una economía innovadora. Grecia que entró antes de España en la UE no ha sabido moverse en el mercado europeo de libre comercio y tampoco sabía aprovechar de la estabilidad de una moneda estable como es el Euro o los miles de millones de fondos europeos que ha recibido en todos estos años para estimular su economía. “Sin embargo, España puede ser una referencia para Grecia como hay que introducir este cambio en la mentalidad de los empresarios”, cree el catedrático de economía Javier Morillas.
Von der Leyen y Borrell tienen que cuidar a Grecia
Sin duda según dice el analista político griego Yannis Koutsomitis en una entrevista en Euronews, la economía griega bajo el mando del conservador Mitsotakis puede esperar más impulsos económicos, pero sin esfuerzo de los griegos el fin del drama griego no será posible. La alemana Ursula von der Leyen tiene un perfil muy social, pero como posible presidente de la Comisión Europea, será no tan impertinente en la austeridad como ha sido Merkel, pero ella tampoco puede permitir más excesos de deuda. Cada reducción de impuestos de Mitsotakis se va a mirar con lupa. El reto más grande será para ella de gestionar desde su posición junto con el nuevo gobierno griego y Josep Borrell como portavoz exterior de la Comisión la crisis inmigratoria europea de la que sufre Grecia en primera línea desde muchos años. Depende también del criterio de la Comisión y el Eurogrupo si Atenas puede contar con los beneficios que ha hecho el Banco Central Europeo con los bonos griegos en los últimos años.
El espíritu renovador después de estas elecciones está ahí, ahora hay que producir por fin hechos: Mitsotakis quiere que el Parlamento trabaje durante las vacaciones de verano para poner ya en marcha un programa económico. El reto más grande, porque no es seguro que Grecia generará este año el exigido por la UE. Los ingresos fiscales recientemente han estado por debajo de las expectativas y el crecimiento es demasiado bajo. Tsipras ha distribuido un “dividendo social” antes de la elección, el dinero para los jubilados en particular y el IVA reducido. De la influencia directa de Merkel se pueden deshacer los griegos quizás pronto, si el Gobierno alemán se cae antes de tiempo, pero con von der Leyen en frente de la Comisión Europea Alemania que tradicionalmente siempre ha vendido muchas máquinas, coches y armas a Grecia tendrá todavía mucho que decir sobre su destino.