El Banco Mundial, en su “Doing Business Report” de 2020, coloca al gigante asiático dentro del puesto 31. Se sitúa, por tanto, entre los diez países del mundo que más posiciones avanza. China, conviene recordarlo, estaba clasificada como nonagésimo-novena en 2012. Existen, todavía, muchas barreras en lo referido a la inversión extranjera. Por ejemplo, la […]
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| 03 dic 2019
El Banco Mundial, en su “Doing Business Report” de 2020, coloca al gigante asiático dentro del puesto 31. Se sitúa, por tanto, entre los diez países del mundo que más posiciones avanza. China, conviene recordarlo, estaba clasificada como nonagésimo-novena en 2012.
Existen, todavía, muchas barreras en lo referido a la inversión extranjera. Por ejemplo, la lista negativa, si bien adelgazará sustancialmente en enero de 2020. Según lo anunciado, los sectores económicos sometidos a restricciones sobre la inversión extranjera se reducirán en 16. Y las industrias incentivadas para recibir inversión extranjera pasarán de 348 a 415. Propiedad intelectual, protección ante impagos o discriminación por origen continúan preocupando a las multinacionales extranjeras, señalan desde la European Chamber of Commerce, en conversación informal con DIRIGENTES.
China es, tras EE.UU., el segundo receptor mundial de inversión extranjera directa. Solamente en 2018, China recibió 135 mil millones de dólares, lo cual supuso un crecimiento interanual del 3%. La calidad del capital humano, de alguna manera, justifica estas cifras. El país con más patentes del mundo es China (1,6 millones en 2018). La fuerza laboral, además, asciende a 900 millones de personas. La inversión en I+D se mantiene por encima del 2% (243 mil millones de dólares solamente durante 2018). Y, en materia de infraestructuras, China también ocupa el primer puesto. Sus 29.000 kilómetros de alta velocidad ferroviaria equivalen al 60% del total mundial. China lidera el tráfico comercial marítimo desde hace al menos una década. Cuenta con la red más grande de tecnología 4G. Y la china Huawei, como es conocido, también lidera en estos momentos el desarrollo del 5G (el cual facilitará desarrollar, exponencialmente, todos los avances relativos al “Internet de las cosas” o IoT).
Los riesgos, sin embargo, no son pocos. El desconocimiento del mercado, como mínimo, hace perder demasiado tiempo a las firmas extranjeras que intentan implantarse en China. En no pocas ocasiones, es prácticamente imposible hacer nada sin un socio local, si bien lo más aconsejable es tener una infraestructura mínima sobre el terreno. Es decir, fiar toda la operativa de una empresa a un socio local rara vez suele funcionar, al menos en China. Ahora bien, la automovilística alemana Volkswagen tiene una parte importante de su producción en China, siendo líder del sector durante varios años consecutivos. Pero, tampoco debe ser ignorado este otro detalle, la tasa de éxito entre las empresas extranjeras en China es bastante baja. Según Goldman Sachs, del ingreso bruto de todas las multinacionales americanas cotizadas, China solamente representa el 1%.