La decisión del gobierno italiano de situar el déficit presupuestario en el 2,4% durante los próximos tres años ha situado a Italia en el centro de todas las preocupaciones económicas del establishment europeo. Los inversores se han lanzado contra el bono del país y sus bancos en un anticipo de lo que pueden ser graves […]
InternacionalDirigentes Digital
| 29 sep 2018
La decisión del gobierno italiano de situar el déficit presupuestario en el 2,4% durante los próximos tres años ha situado a Italia en el centro de todas las preocupaciones económicas del establishment europeo. Los inversores se han lanzado contra el bono del país y sus bancos en un anticipo de lo que pueden ser graves turbulencias en los mercados.
El Movimiento 5 Estrellas y La Liga acordaron este jueves por la noche seguir adelante con las políticas sociales y la reducción de impuestos prometidas en sus programas electorales. Lo hacen pese a las advertencias de Bruselas, las reticencias del ministro de Economía, Giovanni Tria, y a comprometer la estabilidad financiera de Italia.
“Estoy muy preocupado por lo que está ocurriendo en Italia. Esta maniobra económica no es para el pueblo sino contra el pueblo”, aseguró este viernes el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. Olvidando la imparcialidad que debe a su cargo comunitario, la antigua mano derecha de Silvio Berlusconi en Forza Italia, ha cargado contra el paquete de medidas económicas anunciadas por el Movimiento 5 Estrellas y La Liga. Para Tajani, “creará muchos problemas en el norte sin solucionar los del sur y no hará crecer el empleo”. Más preocupante aun es que apunte que “meterá a Italia en manos de los acreedores no sólo internos, también externos”.
Las duras palabras del presidente del Parlamento Europeo se han sumado a la fuerte reacción de los inversores ante los planes del gobierno italiano, arrastrando al euro a su nivel más bajo frente al dólar en dos semanas. La presión sobre el papel italiano se redobla con una prima de riesgo en los niveles más altos en tres semanas y las ventas
La reforma contra Bruselas
El gobierno italiano bajará el IRPF al 15% para un millón de trabajadores e introduce cambios significativos en el mercado laboral para acabar con parte de la conocida como Ley Fornero, la reforma laboral impulsada en 2012 desde las instituciones europeas y aplicada por el Gobierno Monti, el del ‘viejo profesor’ Mario Monti, ex comisario de la UE, enviado por Bruselas para aplicar reformas y calmar a los mercados en lo peor de la crisis de deuda del euro. Entonces, el BCE había exigido la caída del primer ministro Berlusconi.
La contra reforma laboral ampliará la posibilidad de la jubilación anticipada, gracias a la cual 400.000 italianos accederán a una pensión, e introducirá la renta ciudadana por un importe mínimo de 780 euros. Según los cálculos del ejecutivo, beneficiará a 6,5 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza. Pero lo hace disparando el gasto público en 10.000 millones de euros que financiarán la agenda social. Junto a los 15.000 millones de euros también prometidos en inversión pública y la rebaja fiscal, explican el déficit del 2,4% para el próximo año, 2020 y 2021 pactado entre el Movimiento 5 Estrellas y La Liga.
Con esa cifra Italia no tendrá superávits primarios anuales durante un trienio y, previsiblemente, no reducirá su elevada deuda pública, 2,3 billones de euros, una cantidad “explosiva” para el Comisario de Economía, Pierre Moscovici. Con una deuda pública del 131% sobre el PIB, Italia cuenta con la mayor ratio de la eurozona después de Grecia.
Moscovici ha advertido al gobierno italiano de la incertidumbre que provoca su manobra del popolo, el apelativo con el que los dirigentes del Movimiento 5 Estrellas llaman al cambio de rumbo económico adoptado el jueves por la noche en el Palazzo Chigi, sede del gobierno italiano. “Si estás endeudado, estás asediado y sin margen de maniobra, dice Moscovici.
Las señales de alarma suenan en Bruselas y para el 15 de octubre Roma debe haber enviado un borrador presupuestario con las cifras de déficit y las medidas económicas anunciadas. A la Comisión le corresponde validarlo conforme al Pacto de Estabilidad, que exige no superar un déficit del 3% y tener una deuda/pib del 60%. La promesa del anterior gobierno de Italia de reducir su agujero presupuestario para avanzar en ese segundo objetivo ha saltado por los aires y desde Lituania un colega de Moscovici, el vicepresidente para el euro de la Comisión, Valdis Dombrovskis señala también que los planes actuales “no parecen estar en línea con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento”.
La Comisión “no está interesada en una crisis con Italia”, dice Moscovici, “nadie tiene ese interés porque Italia es un país importante en la zona euro. Pero tampoco tenemos ningún interés en que no respete las reglas y que no reduzca su deuda”. El ejecutivo comunitario anda con pies de plomo para evitar un conflicto directo que provoque todavía más tensiones en los mercados y endurezca el mensaje populista y euroescéptico del gobierno de coalición italiano.