La llegada del conservador Boris Johnson al poder no ha hecho más que girar la tuerca del Brexit unas cuantas vueltas más. El primer ministro británico vio como en la noche del martes se le rebelaban hasta 21 diputados de su propio partido. El cambio de esa veintena de parlamentarios significa que Johnson deja de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 04 sep 2019
La llegada del conservador Boris Johnson al poder no ha hecho más que girar la tuerca del Brexit unas cuantas vueltas más. El primer ministro británico vio como en la noche del martes se le rebelaban hasta 21 diputados de su propio partido.
El cambio de esa veintena de parlamentarios significa que Johnson deja de tener la mayoría absoluta en la Casa de los Comunes y que ahora tendrá que lidiar con un parlamento en contra.
La intención de la oposición es la de prohibir que Johnson siga adelante con su plan de sacar al Reino Unido de la Unión Europea a cualquier precio y sin acuerdo con Bruselas, lo que se ha conocido como un Brexit duro. Así, en la votación para iniciar los trámites para ese veto, 328 parlamentarios dieron su sí, incluidos los 21 conservadores, frente a los 301 que dijeron no.
Los bandazos de las últimas semanas del jefe del ejecutivo británico han sido el detonante del transfuguismo de los diputados conservadores, que se han unido a la oposición a la hora de pedir un brexit sin acuerdo.
No obstante, si las intenciones de la oposición se hacen realidad, la salida del Reino Unido de la Unión Europea se volvería a dilatar más allá del 31 de octubre. Hay que recordar que la salida con acuerdo necesitaría el visto bueno del propio parlamento, después de los distintos rechazos que sufrió ese pacto en la época de Theresa May.
Por su parte, Johnson amenaza con la convocatoria de elecciones si la iniciativa de la oposición continúa. Advirtió además que no volvería a Bruselas a “mendigar” una nueva prórroga para el Brexit.