La pandemia ya había cambiado la vida de mucha gente para siempre, sobre todo en temas de salud. El ataque ruso a Ucrania en febrero ha planteado, además, dudas sobre la seguridad alimentaria mundial. La agricultura lamenta la falta de fertilizantes, pero la eurodiputada verde Sarah Wiener cree que hay que cambiar toda la industria. […]
InternacionalDirigentes Digital
| 03 oct 2022
La pandemia ya había cambiado la vida de mucha gente para siempre, sobre todo en temas de salud. El ataque ruso a Ucrania en febrero ha planteado, además, dudas sobre la seguridad alimentaria mundial. La agricultura lamenta la falta de fertilizantes, pero la eurodiputada verde Sarah Wiener cree que hay que cambiar toda la industria.
La mujer, que siempre se movió entre Alemania y Austria, dos países hermanos pero muy diferentes y con ciertos recelos, es una de las cocineras más conocidas de la televisión germana con varios restaurantes en Berlín. Ella usa su popularidad para que algo cambie en la agricultura industrial y la cadena de alimentación, por ello encargó un estudio para determinar los efectos de la guerra y las opciones de actuación. En consecuencia, promueve la implementación de la estrategia Farm-to-Fork, en la que se fijó por parte de la UE el objetivo de reducir el uso y el riesgo de pesticidas químicos en la UE en un 50% para 2030: “Se ha demostrado que un suelo saludable promueve la resistencia a enfermedades en las plantas. En el cultivo orgánico, la diversidad de plantas y animales es mayor, lo que significa que los organismos beneficiosos pueden sobrevivir más fácilmente y apoyar el cultivo sin causar daños. También existen pesticidas naturales que no se producen sintéticamente y no dañan la fertilidad del suelo ni la biodiversidad.”
Sarah Wiener critica también la venta de sustancias prohibidas en Europa a países terceros, por ejemplo, los pesticidas altamente tóxicos de empresas químicas poderosas como Bayer y BASF que están constantemente en batallas legales por las consecuencias de sus acciones.
Por ello ha dejado este mundo gastronómico por el momento y lucha contra el cambio climático como diputada de los Verdes austriacos en el parlamento europeo. “El conflicto de Ucrania nos ha puesto delante, como en bandeja, todos los problemas que hemos acumulado antes y durante la pandemia, ahora hay que actuar rápido para evitar una catástrofe humanitaria,” dice en una entrevista con periodistas germanos. Sin embargo, no todo es negativo lo que está pasando, dice la mujer de 60 años. A principios de los años 80, Wiener se trasladó a Berlín, donde su padre llevaba dos restaurantes de renombre. Allí descubrió su verdadera pasión por la cocina y, trabajando para su progenitor, comenzó su carrera e incluso fundó su negocio: Sarah Wieners Mehlspeisen. En 1990 abrió su propio catering a partir de un camión desechado del ejército. Hoy en día, cuenta con más de 160 empleados.
En la charla con los periodistas cree que la crisis actual de la agricultura por la falta de agua, de fertilizantes y la presión del cambio climático, destaca la importancia de una granja orgánica, la economía local, el cuidado de los pastores de los montes y bosques y de una reconsideración de la alimentación en general: “El veganismo radical tampoco es la solución. Hay que actuar con inteligencia considerando todo el circulo de la economía.” La diputada tiene una organización, la Fundación Sarah Wiener, que tiene su sede en Berlín y busca cooperación con granjas orgánicas, asociaciones de agricultura orgánica y la industria alimentaria, así como con iniciativas y políticos afines. Su objetivo es sobre todo garantizar una vida más saludable para todos: “Creo que podemos vivir con muchos menos fertilizantes, además esta crisis nos obliga a acostumbrarnos y a cambiar.”