El ahorro total ha ascendido a 252 mil millones de dólares durante los nueve primeros meses del año 2019. En 2015, Pekín decidió sustituir las entonces “tasas corporativas” por el IVA, simplificando enormemente su estructura fiscal. Construcción, ocio, servicios financieros e inmobiliario han sido objeto de reformas recientes. En entretenimiento, por ejemplo, el antiguo impuesto […]
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| 04 nov 2019
El ahorro total ha ascendido a 252 mil millones de dólares durante los nueve primeros meses del año 2019. En 2015, Pekín decidió sustituir las entonces “tasas corporativas” por el IVA, simplificando enormemente su estructura fiscal. Construcción, ocio, servicios financieros e inmobiliario han sido objeto de reformas recientes. En entretenimiento, por ejemplo, el antiguo impuesto era del 20%. Tras la reforma del IVA, sin embargo, dicho gravamen se redujo al 6%. El sector de la construcción e inmobiliario, por otra parte, han visto subir sus impuestos al 11%. Y las exportaciones se mantienen exentas del IVA. Es más, se sigue devolviendo el IVA de los bienes intermedios, lo cual alimenta la guerra comercial con EE.UU.
Estas reformas fiscales están estrechamente relacionadas con el cambio de modelo económico en China. La reducción en los precios del entretenimiento, debido a una demanda relativamente elástica, ha incrementado el consumo. Pero, sobre todo, ha aumentado los ingresos fiscales. Dentro del sector inmobiliario, los ingresos fiscales también han subido pese a la fuerte subida de impuestos, al contar con una demanda bastante inelástica. En este sentido, la reforma fiscal china es coherente al incentivar sectores con un enorme potencial de desarrollo sobre otros, como el inmobiliario, más bien sujetos a burbujas especulativas. Y la educación, un intangible con cada vez más influencia sobre el crecimiento económico, también está exenta del IVA.
“China tiene un control sobre las actividades del país como nunca antes lo había tenido”, señala Carlos Martín, autor del estudio ‘La Reforma de la Administración Tributaria en la República Popular China: desarrollo de Internet, Big Data e Inteligencia Artificial’. Martín, especialista en inversión extranjera de la firma Financeren, añade que “este e-sistema fiscal ha contribuido notablemente a reducir el fraude”, según se deriva del informe al cual ha tenido acceso DIRIGENTES. China, en 2019, podría cerrar con un déficit fiscal del 2,8%.