En África Subsahariana, el acceso a la red eléctrica es limitado o incluso inexistente para muchos de sus habitantes. La cifra de personas que sufren este escenario ronda los 600 millones, según un estudio elaborado por el Banco Mundial. Y, concretamente, se vive en las zonas rurales, dedicadas principalmente a actividades agrícolas. Esta actividad requiere […]
InternacionalDirigentes Digital
| 15 ene 2020
En África Subsahariana, el acceso a la red eléctrica es limitado o incluso inexistente para muchos de sus habitantes. La cifra de personas que sufren este escenario ronda los 600 millones, según un estudio elaborado por el Banco Mundial. Y, concretamente, se vive en las zonas rurales, dedicadas principalmente a actividades agrícolas.
Esta actividad requiere de electricidad para el proceso de cultivo, sistemas de riego, refrigeración… De lo contrario, los rendimientos agrícolas serán globalmente bajos. Pero ya hay una solución potencial: aparatos para pequeños agricultores alimentados por energía solar fuera de la red.
“El uso de maquinaria en la agricultura puede aumentar la eficiencia cinco veces o más”, detalla el documento. Esta fuente de energía lleva a una mayor producción de alimentos y reducir las pérdidas posteriores a la cosecha. Kenia es uno de los países que ha demostrado esto. Y es que cada aumento del 10% en el rendimiento agrícola ha llevado a una disminución del 7% en la pobreza de África.
Más de 4,5 millones de hogares ya han adquirido productos con esta fuente de energía en los últimos 10 años. En lo referente al riego solar, el país africano ha demostrado un alto rendimiento en la inversión de cultivos hortícolas en Kenia. Una bomba solar puede permitir a un agricultor diversificar los cultivos y, además, disminuir las consecuencias de períodos de poca lluvia.
Las bombas solares de agua son “relativamente asequibles”, más teniendo en cuenta el aumento de los rendimientos que genera su uso. No obstante, casi cinco millones de africanos no podrían afrontar este gasto incluso con acceso al crédito, que rondaría entre los 20 y los 73 dólares.
Actualmente existen diferentes fórmulas para conseguir esto. Una de ellas es el trabajo de Lighting Africa, perteneciente al Banco Mundial, en la construcción de mercados sostenibles para la iluminación solar y los productos energéticos fuera de la red.
Este marco muestra no sólo la importancia de dejar atrás los combustibles fósiles para el cuidado del medio ambiente. También que, tras una inversión inicial, los rendimientos y su accesibilidad marcarán el crecimiento de países en desarrollo.