Pasó menos de una semana entre el día en que Latam, el mayor grupo aéreo de América Latina, anunció su plan de retomar vuelos, sumando inclusive rutas internacionales, y el día en que pidió la protección del Capítulo 11 de la ley de bancarrota de EEUU para reorganizarse. La compañía había anunciado, el 20 de […]
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| 01 jun 2020
Pasó menos de una semana entre el día en que Latam, el mayor grupo aéreo de América Latina, anunció su plan de retomar vuelos, sumando inclusive rutas internacionales, y el día en que pidió la protección del Capítulo 11 de la ley de bancarrota de EEUU para reorganizarse.
La compañía había anunciado, el 20 de mayo, una lenta recuperación de sus operaciones. “En junio espera pasar de 5 a 9% de su capacidad total previa a la crisis, y en julio alcanzaría un 18%”, informó entonces, señalando que esperaba recuperar hasta el 50% de la actividad hacia fin de año.
Impacto sin precedentes
Para ese momento, ya había despedido 1.400 trabajadores en sus representaciones de Chile, Colombia, Ecuador y Perú como parte de la reducción regional que decidió realizar a partir del impacto “sin precedentes” de la pandemia de covid19 en sus rutas latinoamericanas y globales.
El 26 de mayo, la prensa de todo el continente reportó que la aerolínea había solicitado la protección de la ley norteamericana como “proceso voluntario de reorganización y reestructuración de su deuda” ante el daño que la pandemia le causó a sus finanzas.
Latam Airlines perdió 1910 millones de euros en el primer trimestre de 2020, según reportes del mercado que indican también que el grupo, controlado por la familia chilena Cueto y Delta Airlines, cuenta con una reserva de unos1100 millones de euros y 900 millones disponibles de sus accionistas. Su deuda, con todo, es de 6400 millones.
Al acogerse a esa ley norteamericana, Latam Airlines sigue los pasos de Avianca, la aerolínea de bandera de Colombia, que también pidió el mismo auxilio dos semanas antes frente a “la crisis más desafiante de nuestros 100 años de historia como compañía”, de acuerdo con un comunicado de esa aerolínea.
Nueva forma de volar
“Tenemos la mirada puesta en un futuro poscovid y en transformar al grupo para adaptarlo a una nueva forma de volar, donde la salud y seguridad de nuestros pasajeros y colaboradores sean los objetivos primordiales”, dijo Roberto Alvo, CEO del grupo, en un comunicado institucional.
“Continuaremos operando según lo permitan las prohibiciones de viajes y la demanda, pagando a nuestros empleados, cumpliendo con las obligaciones de beneficios, pagando a proveedores considerados críticos y respetando el programa de millas”, agregó.
Tras invocar el Capítulo 11, Latam Airlines obtuvo autorizaciones de la Corte para la aludida reorganización y podrá seguir operando vuelos de pasajeros y de carga de acuerdo con las normas en cada país y mantendrá acuerdos con agencias de viajes y socios comerciales.
La ayuda de EEUU
El citado capítulo de la ley norteamericana facilita a las empresas el acceso a créditos y auxilia en la reorganización de deudas sin que la firma deba suspender sus operaciones o liquidar bienes. Todo el proceso es supervisado por un tribunal de EEUU.
El cambio de perspectivas en tan poco tiempo se debe a que “circunstancias excepcionales han generado un colapso de la demanda y no sólo han detenido la aviación global y sus ingresos, sino que han cambiado a la industria hacia el futuro”, definió Alvo.
“Al final de cuentas, este camino representa la mejor opción para sentar las bases correctas para el futuro de nuestro grupo de aerolíneas”, concluyó el CEO, tras aludir a las tentativas previas de mitigar los efectos de la crisis “sin precedentes”.