Semana clave en las negociaciones comerciales y económicas entre Estados Unidos y China. El viceprimer ministro chino, Liu He, ha llegado a Washington, al frente de una importante comitiva, para tratar de llegar a un acuerdo comercial con Estados Unidos. Todo en un momento en el que las tensiones entre ambos países han aumentado debido […]
InternacionalDirigentes Digital
| 30 ene 2019
Semana clave en las negociaciones comerciales y económicas entre Estados Unidos y China. El viceprimer ministro chino, Liu He, ha llegado a Washington, al frente de una importante comitiva, para tratar de llegar a un acuerdo comercial con Estados Unidos. Todo en un momento en el que las tensiones entre ambos países han aumentado debido a las recientes acusaciones estadounidenses contra el gigante de las telecomunicaciones chino, Huawei Technologies, por robo de la propiedad intelectual y fraude.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, ha afirmado que el caso de Huawei está ‘separado’ de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y que no cree que se trate en las conversaciones económicas entre ambos países. “Esos son temas diferentes, y ese es un diálogo separado”, explicó Mnuchin en una entrevista en el canal de televisión Fox.
Liu He mantendrá distintas reuniones durante dos días con miembros de la administración Trump, incluido el presidente estadounidense, para tratar de llegar a un acuerdo comercial antes del 1 de marzo, fecha en que acaba la tregua arancelaria acordada entre el presidente chino Xi Jinping y Donald Trump. Si no se llega a un pacto, los aranceles estadounidenses de 200.000 millones a productos chinos aumentarán de un 10% a un 25%.
Los cargos contra Huawei
El Departamento de Justicia estadounidense presentó cargos el lunes contra la compañía tecnológica asiática. “China debe responsabilizar a sus ciudadanos y empresas cuando no cumplan la ley”, comentó el fiscal general Matthew Whitaker en un comunicado.
La acusación incluye hasta 23 cargos diferentes. Entre ellos se afirma que Huawei trabajó durante años para robar la tecnología de prueba de teléfonos patentada por la americana T-Mobile, conocida como “Tappy”. Se afirma que Huawei suministró teléfonos a T-Mobile y obtuvo así acceso a cierta información sobre Tappy.
La acusación sigue y explica que, al parecer, se pidió a los empleados que enviaran información como fotos, medidas y números de serie de varios componentes, prometiéndoles bonificaciones si lo hacían y violando así los acuerdos de confidencialidad y no divulgación que tenía con T-Mobile. De acuerdo con los documentos judiciales, un trabajador fue sorprendido robando uno de los brazos del robot colocándolo en su bolsa.
Los fiscales estadounidenses dicen que Huawei luego obstruyó la justicia estadounidense cuando T-Mobile, que tiene su sede en Washington, amenazó con demandarles.
La agencia también reveló cargos formales contra Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei. Meng, hija del fundador de Huawei, fue arrestada en Canadá en diciembre y puesta en en libertad bajo fianza después. Estados Unidos quiere extraditarla.
La administración Trump también afirma que Huawei y Meng estaban preparando un plan para engañar a las instituciones financieras y al gobierno de Estados Unidos sobre su negocio en Irán, con quien habrían estado trabajando a través de una subsidiaria en Teherán. Según la acusación, el engaño se remonta a mediados de 2007, cuando el fundador de Huawei, Ren Zhengfei, mintió l FBI al decirle que la compañía no violaba ninguna ley de exportación de EE.UU. y que no había tratado directamente con ninguna compañía iraní.
El director del FBI, Christopher Wray, dijo en una rueda de prensa que Huawei “se basó en prácticas comerciales deshonestas que contradicen los principios económicos que han permitido a las compañías estadounidenses y a Estados Unidos prosperar”. “La prosperidad que impulsa nuestra seguridad económica está inherentemente vinculada a nuestra seguridad nacional”, explicó Wray, quien continuaba: “la inmensa influencia que el gobierno chino tiene sobre las empresas chinas como Huawei representa una amenaza”.
Reacciones de China y Huawei
El gobierno chino reaccionó de inmediato con enojo y acusó a Estados Unidos de “usar su poder estatal” para difamar y reprimir a las empresas chinas en un intento de acabar con sus operaciones comerciales normales y legales”.
“Instamos encarecidamente a Estados Unidos a que detenga su irrazonable represión contra las compañías chinas, incluida Huawei“, pidió Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino para quien estas acusaciones tienen “motivaciones políticas”. Shuang añadió que Estados Unidos debería “retirar inmediatamente su orden de arresto a la señora Meng y abstenerse de realizar una solicitud formal de extradición para evitar caminar por un camino equivocado”.
Por su parte Huawei, en respuesta a estos cargos penales, dijo a través de un comunicado que estaba “decepcionada” con Estados Unidos y niega que ellos o sus subsidiarios o afiliados hayan cometido cualquiera de las infracciones que la ley de EE.UU. establece en cada una de las acusaciones. Añaden que no tienen conocimiento de ningún delito por parte de Meng Wanzhou y creen que los tribunales de EE.UU. llegarán a esta conclusión.