El empresario chino Wang Weichang tiene un negocio mediano con el cual suministra material básico a las habitaciones de hotel. Entre sus clientes se encuentran las cadenas Marriot, o Intercontinental, sumando hasta tres mil hoteles a lo largo del globo. Sin embargo, en América Latina solamente presta servicio a tres establecimientos, apenas el 0,1% del […]
InternacionalDirigentes Digital
| 22 abr 2019
El empresario chino Wang Weichang tiene un negocio mediano con el cual suministra material básico a las habitaciones de hotel. Entre sus clientes se encuentran las cadenas Marriot, o Intercontinental, sumando hasta tres mil hoteles a lo largo del globo. Sin embargo, en América Latina solamente presta servicio a tres establecimientos, apenas el 0,1% del negocio total. “No tengo clientes en América Latina porque carezco de contactos fiables allí”, confiesa a DIRIGENTES. Europa, Estados Unidos, Japón u Oriente Próximo, entre otras regiones, son zonas donde Wang tiene una presencia importante. Pero LATAM, sobre todo el enorme desarrollo hotelero del Caribe, se le sigue resistiendo a Wang. “El problema no son solamente los socios locales”, prosigue, “la cuestión fundamental es que pocas empresas latinoamericanas acuden a las ferias sectoriales chinas para hacer negocios”.
En Panamá, país adherido a la iniciativa comercial china conocida como Belt & Road (B&R), los empresarios locales desean atraer negocio del gigante asiático. “Existen muchas marcas chinas con potencial en Latinoamérica debido a su excelente relación calidad-precio”, señalan empresarios del país centroamericano a DIRIGENTES. La idea, claro, es que estas empresas chinas lleven sus sedes regionales a Panamá para después operar desde allí en las américas. “Se están ofreciendo desde exhibidores permanentes hasta servicios de distribución logística”, explican estos mismos empresarios panameños, “todo ello, claro, sin olvidarnos del turismo”.
La pregunta, a este último respecto, es obligada: ¿Cómo es posible que América Latina, con un mercado casi tan grande como Europa y Estados Unidos juntos, además de poseer una riqueza natural inmensa, no alcance a captar el 1% del turismo chino? Las enormes distancias pueden ser un factor, por lo que países como Brasil o Argentina han decidido ofrecer paquetes turísticos conjuntos en China, aprovechando el auge de visitas a otros destinos menos convencionales como la Antártida. Brasil, por otra parte, reconoce que debe agilizar la concesión de visas a los turistas chinos. La falta de infraestructuras turísticas adecuadas, como servicios adaptados a los gustos chinos, o el idioma, son otras variables relevantes. Hacia 2030, unos 500 millones de jóvenes turistas chinos van a demandar servicios turísticos altamente sofisticados ofrecidos desde sus teléfonos móviles. México, o Colombia, han empezado a posicionarse en las grandes plataformas digitales chinas como Wechat. Sin embargo, los principales operadores turísticos chinos también se encuentran con el mismo problema: la ausencia de socios fiables en América Latina. “Nos falta infraestructura local para enviar turistas chinos, de forma segura, hacia Latinoamérica”, reconoce Liu Dong, directora del gigante turístico CYTS, en conversación exclusiva con DIRIGENTES.