Mark Carney saldrá en marzo del Banco de Inglaterra para convertirse en activista

El ex regulador financiero del Reino Unido, Andrew Bailey, ha sido nombrado nuevo gobernador del Banco de Inglaterra. Últimamente ha criticado el trabajo del Banco Central Europeo. El británico de 60 años reemplazará al actual titular Mark Carney el 16 de marzo. Con Carney se va una persona con convicciones firmes. Advertía de las consecuencias de una salida de la UE sin acuerdo y también de los riesgos del cambio climático. Según Carney el referéndum del Brexit había sido el comienzo de un período de incertidumbre comercial que había provocado la desaceleración de la economía mundial: ”Ahora el Reino Unido tiene la responsabilidad de ayudar a salir de esta situación”, decía en una entrevista. Influido también por su mujer que está involucrada en muchas causas sociales, Carney no solamente apoya a Greta Thunberg también ha advertido que la economía mundial y sobre todo la británica no estaba preparada para lo que nos viene encima. En este sentido Carney era un jefe de banco central ‘visible’; que ha expresado reiteradamente su opinión, también en relación con la política europea de Boris Johnson, aunque lo hace menos en las conferencias de prensa oficiales que durante los discursos y entrevistas que da. Esto no es necesariamente de esperar de su todavía pálido sucesor.

El canadiense de nacimiento, de 54 años, fue nombrado gobernador del Banco de Inglaterra en 2013 y ha vivido muy de cerca todos los problemas y riesgos que salieron gracias al Brexit. A principios de 2016 Carney anunció que no buscaría liderar el banco central por un segundo período y se va antes de los previsto, ocho años de mandato. Para el Gobierno de Boris Johnson Bailey “es la persona adecuada para dirigir el Banco a medida que forjamos un nuevo futuro fuera de la UE y una oportunidad de nivelación en todo el país”. Pero Bailey no tiene la mejor reputación como antiguo jefe del supervisor del mercado financiero británico FCA. En la opinión de algunos se ha “dormido” en los últimos meses y por ello se han podido desarrollar varios escándalos financieros, incluido el colapso de la firma financiera London Capital & Finance. Bailey trabajó gran parte de su carrera profesional en el Banco de Inglaterra, en el que ingresó por primera vez en 1985, y llegó a ocupar el puesto de “segundo” de la entidad antes de ser nombrado director ejecutivo de la FCA en el año 2016.

Un hombre con principios y convicciones firmes

Mientras tanto, el muy reputado Carney que fue nombrado “Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Acción Climática y las Finanzas” se centrará en “cambiar el sistema financiero hacia la movilización de las finanzas privadas a los niveles necesarios para lograr el objetivo de 1,5 ° C del Acuerdo de París”, como dice él. Gracias a las iniciativas de Carney en el ámbito verde, el Banco de Inglaterra llevará a cabo una ‘prueba de estrés climático’ por primera vez en 2021 para revisar la gestión de riesgos climáticos de los bancos británicos. Hace ya cuatro años, Carney advirtió sobre la pérdida de valor de las inversiones en compañías de petróleo, gas y energía si el cambio climático forzaba un cambio en la generación de energía. El economista enriquece el debate porque no solo ve la responsabilidad de la política y el estado, sino que también enfatiza los beneficios de los mercados libres al evaluar los riesgos. Sin embargo, los participantes del mercado deben conocer la información relevante. Por lo tanto, las empresas y los proveedores de servicios financieros, como los fondos de pensiones, tienen que revelar cuánto invierten por ejemplo en plantas de producción que dañan el clima y cómo manejan estos riesgos. Esta revelación está sucediendo muy lentamente, según Carney: “La pregunta para cada compañía, cada administrador de activos, cada compañía de seguros es: “¿Cuál es mi plan?”.