En su último informe, el Banco Mundial destaca que “el crecimiento ha mejorado en toda la región MENA (Oriente Medio y Norte de África) y se prevé que se fortalecerá en los próximos años”. Este análisis destaca que casi todos los países de esta zona han comenzado a reducir o eliminar los subsidios a la […]
InternacionalDirigentes Digital
| 26 jul 2018
En su último informe, el Banco Mundial destaca que “el crecimiento ha mejorado en toda la región MENA (Oriente Medio y Norte de África) y se prevé que se fortalecerá en los próximos años”. Este análisis destaca que casi todos los países de esta zona han comenzado a reducir o eliminar los subsidios a la energía, a identificar nuevas fuentes de ingresos no procedentes del petróleo y ampliar sus redes de protección social.
A pesar de que la región MENA pueda parecer lejana, no hay que olvidar que España tiene fronteras terrestres que le vinculan a ella. De hecho, los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla son el punto de comunicación entre Europa y el Norte de África o, más concretamente, entre España y Marruecos. Y el vecino del sur, mayoritariamente olvidado por nuestro país comienza a moverse para atraer inversores y mejorar su economía.
Así lo asegura el último Country Report difundido por Crédito y Caución, en el que esta aseguradora de crédito a la exportación muestra que Marruecos, al que resalta como principal socio comercial de España en la región MENA, atesora un “alto potencial de crecimiento a medio plazo”.
El estudio destaca que el régimen alahuita está realizando “importantes reformas estructurales para diversificar su economía, mediante el desarrollo de la industria manufacturera en sectores orientados a la exportación como la automoción, la aeronáutica y la electrónica, y la creación de un entorno de exenciones fiscales favorable a la atracción de inversión extranjera”.
En el análisis de la economía marroquí y sus potenciales factores de crecimiento, Crédito y Caución señala que los bajos costes laborales y la devaluación de la moneda han favorecido la competitividad del país. Así, el estudio destaca que, desde 2000, Marruecos ha incrementado un 70% el PIB por persona en términos reales.
Sin embargo, el documento afirma que el país vecino presenta “debilidades importantes”, centrándose en su dependencia del sector agrícola, que da trabajo al 40% de la población activa y cuya volatilidad repercute en el consumo privado y la economía. Mientras, otras actividades que generan la mayor parte de las divisas, como el turismo, las exportaciones de automoción y las remesas, dependen en gran medida del ciclo en Europa.
El estudio también señala que la economía marroquí sigue presentando problemas, como su vulnerabilidad respecto al aumento de los precios del petróleo, el bajo nivel educativo, las deficiencias de infraestructura, la corrupción y las ineficiencias del mercado laboral. Crédito y Caución advierte de que estos problemas “siguen siendo obstáculos al desarrollo del país, frente a una competencia asiática que limita los márgenes del sector manufacturero”.Además, el informe prevé que el crecimiento económico disminuya ligeramente en 2018, ya que las condiciones climáticas menos favorables afectarán a la producción agrícola. Sin embargo, eso no frenará la expansión económica, que se mantiene a través del sólido desempeño de los sectores de automoción, aeronáutica, químico, electrónica y turístico. Los subsidios y la inversión en infraestructuras mantienen elevados los gastos públicos. Se espera que el déficit fiscal disminuya por debajo del 4% del PIB en 2018 y que la deuda pública se estabilice alrededor del 75% del PIB en los próximos años, una tasa elevada en comparación con otros mercados emergentes, aunque Marruecos conserva un buen acceso a los mercados internacionales de capital.