El informe sobre la riqueza que elabora de manera anual Credit Suisse considera clase media a una persona que tiene entre 10.000 y 100.000 dólares. Esto significa que más de 1.600 millones de personas están encasilladas en esa categoría con los países emergentes como principales protagonistas. Desde principios de siglo, este segmento se ha triplicado […]
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| 23 oct 2019
El informe sobre la riqueza que elabora de manera anual Credit Suisse considera clase media a una persona que tiene entre 10.000 y 100.000 dólares. Esto significa que más de 1.600 millones de personas están encasilladas en esa categoría con los países emergentes como principales protagonistas. Desde principios de siglo, este segmento se ha triplicado impulsado, principalmente, por países como China. De hecho, en 2018, este país ya concentraba casi la mitad de la clase media mundial, con su correspondiente repercusión en el consumo. Una situación que les pone en el punto de mira de la industria turística.
La Academia de Turismo de China y Colliers International estiman que unos 200 millones de personas viajarán fuera del país asiático con una previsión de gasto que ronda los 317.000 millones de euros. Se trata de una cifra nada desdeñable a la que se suma el auge de los viajes internacionales en otras economías emergentes como India o Corea del Sur y que abre un abanico de posibilidades para el sector nacional, muy condicionado aún por la fórmula ‘sol y playa’.
El número de turistas de largo radio que visitaron España durante 2018 fue casi cinco veces inferior a la cifra de ciudadanos que realizaron un viaje internacional a nivel global. En este sentido, según los datos recabados por The Shopping & Quality Institute a partir del INE, solamente el 15% de las personas que visitaron España eran extracomunitarios. Sin embargo, su desembolso fue mayor en proporción con respecto a los viajeros europeos, lo que significa que gastaron más.
El interés creciente de España suscitado por los viajeros procedentes de EE.UU., Rusia, Japón, Corea del Sur, India o China con crecimientos a doble dígito durante el primer semestre del año, ponen de manifiesto la oportunidad que supone para el sector turístico español la apuesta por un modelo más enfocado hacia este tipo de usuarios, ya que no solo se dejan más dinero, sino que además, su estancia es más larga.
Si bien China no es el más numeroso por volumen de turistas, los agentes del sector han identificado en ellos un gran potencial con mucho recorrido por delante. Entre enero y junio de 2019, más de 320.000 personas procedentes de este país asiático llegaron a España, con un volumen de gasto medio diario de 316 euros. Esta última cifra le sitúa en la lista de países extracomunitarios que mayor crecimiento de gasto han experimentado.
Planet, compañía dedicada a servicios de pago y tecnología Tax Free, ha analizado en detalle este tipo de viajero en base a los datos recabados a través de sus plataformas. La principal conclusión que sacan es que son un segmento muy cosmopolita, amante del lujo y del ‘Made in Europe’ y, sobre todo, muy digitalizado. El turista chino ha dejado de viajar en grupo. Ahora lo hace por su cuenta y contrata todo a través de su dispositivo móvil. Aunque por el momento solo nueve de cada cien habitantes chinos cuenta con pasaporte, se prevé un alza del 1%. Si tiene en cuenta que la población de este país roza los 1.400 millones de personas, es un porcentaje muy elevado. “La oportunidad es tremenda”, señala el country manager para España de Planet, Jorge Esteban.