Las dos figuras más conocidas de la política rumana se han visto las caras en lo que fue la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales. El conservador Klaus Iohannis fue reelegido presidente de Rumanía con casi el 63% de los votos, mientras que su contrincante, la ex primera ministra y líder del Partido Social […]
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| 25 nov 2019
Las dos figuras más conocidas de la política rumana se han visto las caras en lo que fue la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales. El conservador Klaus Iohannis fue reelegido presidente de Rumanía con casi el 63% de los votos, mientras que su contrincante, la ex primera ministra y líder del Partido Social Demócrata (PSD), Viorica Dancila sumó el 37%, tal y como indica la Oficina Electoral Central. Con ello, obtiene su segundo mandato.
“Es una victoria importante, la victoria más categórica conseguida nunca contra el Partido Social Demócrata”, manifestó Iohannis desde la sede del Partido Nacional Liberal (PNL), quien recibe este resultado con “alegría, modestia y con confianza en Rumanía”.
“Por una Rumanía normal”, es el lema que ha ubicado Iohannis en el centro de su campaña electoral y con el cual ha conseguido convencer de nuevo a los rumanos, cansados de los constantes escándalos de corrupción. Es por ello que este resultado no ha sido una sorpresa, según habían pronosticado previamente los observadores políticos. Tras casi treinta años de la revolución de diciembre de 1989, en la que se derrocó al comunista Nicolae Ceausescu, Rumanía reafirma su deseo de mantenerse en Europa con esta reelección del proeuropeo Klaus Iohannis. El resultado obtenido representa una dura caída para el PSD, la más fuerte desde la caída del régimen comunista.
Esta votación muestra que hay “muchos resentimientos” contra el PSD, algunos “alimentados” por opositores, otros provocados por “errores, torpeza o vacilaciones” del propio partido, según cuenta el secretario general de los socialdemócratas, Mihai Fifor. Y concluye que es necesario construir una relación “sincera” con el electorado, “más justicia, menos errores y decisiones más resueltas”, según citan en la agencia Agerpres.
Por su parte, el líder Pro-Rumanía, Víctor Ponta, ha mostrado su descontento ante los resultados, pero agregó que Viorica Dancila “continúa viviendo en una mentira”, porque nunca un candidato de este partido ha obtenido un “resultado tan malo”. El presidente de la Cámara de Diputados de Rumanía, Marcel Ciolacu, afirma que el partido necesita “un nuevo comienzo”. “Los resultados nos muestran que en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales obtuvieron el menor número de votos en la historia”. Es honesto y señala que fue un resultado “desastroso”, que viene después de una votación igualmente mala en el Parlamento Europeo en mayo y espera que el futuro mandato de Klaus Iohannis “traiga más logros para Rumanía”.
El ex presidente Traian Basescu está convencido de que Dancila renunciará al partido, pero el “gran problema” es saber quién tomará su lugar en el contexto de una “sequía de líderes” en el partido, en Rumanía TV.
Klaus Iohannis apuesta por el ahorro y el equilibrio fiscal con el objetivo de controlar el creciente déficit público de los últimos años. Acusa al PSD de ser una lacra para el desarrollo del país y quiere revertir los cambios legales que pusieron en marcha, que perseguían reducir tanto las penas como los tiempos de prescripción de algunos delitos de corrupción.
Se ha comprometido además a acabar con la politización de la Justicia y a crear un clima de inversión que favorezca a las empresas para asegurar un crecimiento económico sostenible. No hay que olvidar que Rumanía es uno de los países más pobres de la UE y la tercera renta per cápita más baja, tras Croacia y Bulgaria.
Y no solo a nivel nacional, ya que cuenta también con el beneplácito de la Unión Europea, Estados Unidos así como los principales socios europeos de Rumanía. El funcionario del gobierno federal alemán, Bernd Fabritius, “la reelección de Iohannis es buena para Rumanía y para Europa”.